El Hospital Virgen del Rocío implanta un nuevo protocolo para reducir la radiación en el corazón durante la radioterapia
La técnica DIBH, aplicada ya a la primera paciente con cáncer de mama, permite alejar el corazón del área tratada mediante inspiración profunda y se integra con el sistema avanzado de radioterapia guiada por superficie
El Hospital Universitario Virgen del Rocío ha implantado un nuevo protocolo destinado a reducir la irradiación cardíaca en pacientes oncológicos, una medida que busca minimizar complicaciones a largo plazo. La iniciativa ha sido desarrollada por un equipo multidisciplinar integrado por profesionales de Medicina y Enfermería Radioterápica y Radiofísica.
La técnica, conocida como DIBH (Deep Inspiration Breath Hold o Inspiración Profunda Mantenida), exige que el paciente cumpla determinados requisitos, entre ellos ser menor de 65 años, con posibilidad de ampliación según la capacidad respiratoria individual, y poder mantener la respiración durante al menos 20 segundos.
La primera persona tratada bajo este protocolo ha sido una mujer con cáncer de mama en tratamiento de radioterapia. Según explica la radiofísica Nerea López, el procedimiento requiere que la paciente inspire profundamente y eleve la parte superior del tórax, lo que permite separar el corazón del tejido mamario y así reducir la dosis de radiación que recibe este órgano.
El proceso se inicia con la evaluación del oncólogo radioterápico, quien determina si la paciente es apta y establece la dosis necesaria para tratar el tumor. Después, Enfermería realiza una sesión educativa en la que se enseña la técnica respiratoria, se entrega material informativo y se facilita una página web para practicar en casa. “No todas las pacientes logran realizar correctamente la maniobra, y en esos casos se continúa con el tratamiento convencional”, señala López.
Para las pacientes incluidas en el protocolo, el procedimiento de simulación incluye la realización de dos TAC. El primero, con respiración normal, permite obtener el contorno corporal y generar una malla de referencia que reproducirá la posición exacta en el acelerador lineal. El segundo, ya con inspiración profunda mantenida, se compara con la imagen inicial para verificar que la técnica es viable.
En esta fase, el paciente debe permanecer inmovilizado y mantener la inspiración durante al menos 20 segundos mientras se adquiere la imagen completa. A partir de los TAC, se delinean los órganos de riesgo, corazón, pulmones, mama contralateral y piel, así como la zona tumoral a tratar. Posteriormente, los radiofísicos realizan la dosimetría clínica, calculando la cantidad exacta de radiación y programando los haces adecuados.
Durante la radioterapia
En las sesiones de tratamiento, la paciente controla su respiración observando una pantalla que indica si mantiene correctamente la inspiración profunda. Cuando se mantiene dentro de la zona señalada en verde, la irradiación continúa; si se sale de ese rango, el haz de radiación se detiene automáticamente hasta que recupera la posición adecuada. Según López, cuanto más tiempo se sostenga la respiración, más rápido puede administrarse la sesión.
La Consejería de Salud destaca que, aunque otros centros ya aplican procedimientos similares, el Hospital Virgen del Rocío ha adaptado la técnica DIBH al sistema avanzado de radioterapia guiada por superficie (SGRT), lo que optimiza aún más la precisión y seguridad del tratamiento.
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