La incógnita de Sevilla Park, seis meses a la espera de su desbloqueo

Sevilla está fuera del circuito de los grandes conciertos internacionales. Las citas de ese nivel que se han dado en la capital se cuentan con los dedos de la mano y los propios gestores del Estadio de la Cartuja reconocen la dificultad de programar sin una garantía cien por cien de que la taquilla colgará el cartel de no hay billetes por adelantado. Un obstáculo que la capital salvaría con la entrada de promotores ligados ya a ese círculo, como los que hay detrás del proyecto Sevilla Park, el macrocomplejo con un auditorio de hasta 24.000 espectadores y una gran zona comercial previsto en terrenos del Puerto de Sevilla.

Este auditorio no supondría una competencia directa para el Estadio de la Cartuja, al tratarse de un recinto cerrado y con otro concepto de ocio. Al menos, así lo aseguran los responsables del proyecto. Lo cierto es que, con su puesta en marcha, Sevilla entraría de golpe en las grandes giras y quizás eso también aumentase la competencia entre las instalaciones de la capital.

No obstante, el proyecto que todas las administraciones públicas vieron en principio con buenos ojos sufre desde hace seis meses un bloqueo que inquieta a los inversores. El trámite se paró en torno al mes de febrero en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, la encargada de otorgar la licencia de obras. El expediente se paralizó entonces por una alegación no resuelta que ponía en duda la seguridad del complejo dada la cercanía de unos depósitos de combustible.

Según ha podido saber este periódico, está previsto que en los próximos días haya una respuesta por parte de la Junta de Andalucía, que se tiene que pronunciar al respecto de este tema de seguridad. De ser así y resultar favorable, el proceso podría continuar y las obras se podrían iniciar en cuestión de meses.

El Puerto solicitó la modificación urbanística par permitir el uso con otros fines no industriales en sus terrenos en abril del año pasado y en julio el entonces alcalde, Juan Ignacio Zoido, inició el trámite para que las obras pudieran comenzar antes de que acabase 2014. Pero no fue así. El proyecto recibió cuatro alegaciones, una de ellas favorable, que se resolvieron en seis meses. Quienes alegaron en contra fueron Ecologistas en Acción, el arquitecto José García Tapial y CLH. El Puerto también aportó informes, todos favorables, de la Junta de Andalucía, desde las consejerías de Medio Ambiente a Fomento, Comercio, Turismo y Ordenación del Territorio. Y ya el abogado del Estado había informado positivamente sobre el proyecto. Una salvedad reseñada en varios de los informes, incluido uno de Urbanismo, era la necesidad de un plan de movilidad que facilite la circulación y los accesos. Una cuestión que habría que resolver en los sucesivos trámites.

Pero el escollo está en la alegación de CLH. Al parecer, según varias fuentes consultadas, la intención de dicha empresa sería negociar un traslado y recibir compensación por ello. En resumen, un asunto económico y de intereses más que de seguridad.

Si se salvan todos los obstáculos es probable que Sevilla Park se ponga en marcha en breve. No obstante, la naturaleza del proyecto, donde la zona comercial que acompaña al auditorio tiene mucho más peso que dicha instalación, no ha sido bien vista por algunos de los que hoy forman parte del equipo de Juan Espadas, por lo que no se descarta que el nuevo gobierno quiera revisar con los promotores algunos aspectos. Por ahora no hay novedad y el proyecto estrella de los últimos años sigue siendo una incógnita.