El inicio de la instalación de las velas en las calles del centro de Sevilla se demorará todavía varias semanas, por lo se puede llegar al mes de agosto sin los toldos para combatir el sol y el calor. El cambio en las condiciones de la contratación, el retraso en la aprobación del presupuesto, la tardía formalización, la reclamación de una de las empresas concurrentes y las nuevas características técnicas, han deparado que los plazos se dilaten sobremanera este año, para desesperación de los ciudadanos.

El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, señaló el 8 de junio, tras pedir perdón por el retraso, que esperaba que la instalación comenzara “en diez o quince días”. Este horizonte ya ha caducado, aunque el Ayuntamiento insiste en que trabaja con la empresa adjudicataria para que las velas puedan llegar a las calles lo antes posible. La realidad es que puede pasar gran parte del verano sin que haya rastro de los esperados toldos.

El Ayuntamiento aprobó los pliegos de licitación para la instalación de los toldos el pasado 18 de enero, sin embargo, no se puede iniciar la licitación, de acuerdo con el criterio de la intervención, hasta la aprobación definitiva del presupuesto, lo que ocurre el 10 de marzo.

El 27 de abril se adjudica, una fecha que hubiera permitido llegar al verano con los toldos instalados de acuerdo con el proyecto presentado por el adjudicatario. Pero se han dado diversas cuestiones que han hecho que los plazos se alarguen sobremanera. La formalización del contrato no se llevó a cabo hasta el pasado 31 de mayo, cuando las altas temperaturas ya eran la tónica predominante.

El “pliego de prescripciones técnicas para la contratación del suministro, en régimen de arrendamiento, y el servicio de instalación, montaje, desmontaje y mantenimiento del entoldado en distintas calles comerciales y peatonales del centro histórico de Sevilla”, establece una serie de plazos que son de obligado cumplimiento para el contratista: dos semanas para la redacción del proyecto de instalación y montaje, nueve semanas para el suministro de las lonas, incluyendo las serigrafiadas, y 45 días para la instalación del entoldado, incorporando las zonas que por su singularidad se instalan con los báculos y soportes metálicos, propiedad de la Gerencia de Urbanismo.

Según ese calendario recogido en el documento, y partiendo de la fecha del 31 de mayo, el inicio de la puesta podría demorarse hasta el 16 de agosto y la finalización de la colocación se podría retrasar hasta el 1 de octubre.

En cualquier caso, como sucede con las ofertas económicas, que siempre son inferiores al presupuesto de partida, las empresas que concurren se comprometen a acortar los plazos. En este caso, también ha sido así. La adjudicataria cuenta todavía con un margen de varias semanas para completar el suministro de las velas y dar comienzo a la instalación, aunque no se trata de nueve semanas como recoge el pliego.

El Ayuntamiento está ahora mismo haciendo un trabajo de seguimiento a la empresa adjudicataria para que se cumplan los requisitos técnicos definidos en la propuesta y en el pliego. Este cumplimiento es prioritario de acuerdo con la normativa y por tanto la fecha para la instalación de los toldos está condicionada a que la empresa pueda cumplir estos criterios técnicos.

Un contrato para varios años

El retraso en la instalación de las velas en las principales calles de la ciudad es recurrente todos los años. Para evitar esta circunstancia, el Ayuntamiento había licitado por primera vez un contrato con carácter plurianual, como sucede con la iluminación navideña. El documento tiene una duración de 3 años y puede ser objeto de prórroga por un año más. En el pliego se incluye la planimetría correspondiente a las zonas a entoldar en la primera anualidad, con una superficie estimada de 8.900 metros cuadrados. Para la siguiente y posteriores, la Gerencia de Urbanismo, a través del director del contrato, comunicará con una anticipación mínima de tres meses a la fecha en la que deba procederse al inicio de la instalación de los toldos, los nuevos tramos a instalar, o bien aquellos en los que la instalación no se va a llevar a cabo, incluyéndose las zonas singulares y los diseños a confeccionar. La intención es que a partir de 2022, la sombra sea una realidad desde el final de la primavera.

El nuevo pliego de licitación sacado por la Gerencia de Urbanismo, además, presenta importantes mejoras con respecto a años anteriores, como que los toldos tendrán diferentes tonalidades y texturas y contarán con estampaciones, anagramas o emblemas en los puntos más transitados y comerciales del centro, como Tetuán, el Duque y la Campana y la confluencia entre Rioja, Tetuán y Sierpes. También se contempla una modernización y renovación de los sistemas de fijación en determinados tramos de calles, reduciendo el número de puntos de anclaje necesarios en fachadas de propietarios particulares, muchos de los cuales se muestran reacios a la colocación.

En esta ocasión se eleva a 26 las calles en las que se instalarán las velas, incorporando por primera vez Baños y Carlos Cañal, recientemente reurbanizadas. Concretamente, las vías del Casco Antiguo que gozarán de esta instalación serán: Albareda, Alcaicería de la Loza, Almirante Bonifaz, Cerrajería, Córdoba, Cuna, Plaza del Duque de la Victoria, Empecinado, Francos, General Polavieja, Hernando Colón, Jaén, Plaza Jesús de la Pasión, Lineros, Plaza de la Campana, Pedro Caravaca, Puente y Pellón, O´Donnell, Rioja, Rivero, Sagasta, Sierpes, Tetuán, Velázquez, Baños y, Carlos Cañal.

El contrato para la instalación de las velas cuenta con un presupuesto de 269.000 euros.