Libro de Julio Muñoz Gijón

Garbanzos con espinacas para la novela de Rancio

Julio Muñoz Gijón, con su nueva novela ayer en Santa Ana.

Julio Muñoz Gijón, con su nueva novela ayer en Santa Ana. / Belén Vargas

Una olla gigante de garbanzos con espinacas hecha por José Cárdenas, gerente del bar Santa Ana (105 años de historia le contemplan) y 200 botellines. Fueron los argumentos para celebrar la puesta de largo de las nuevas aventuras de Jiménez y Villanueva, que vuelven de la mano de Julio Muñoz Gijón (Sevilla, 1981), que ayer presentó junto a la catedral de Triana El enigma del Evangelio Triana (El Paseo), una divertidísima sátira teológica en la que le enmienda la plana a El código Da Vinci de Dan Brown.

Si ha sido el año de Yo, Julia, la novela con la que Posteguillo ganó elPlaneta, la misma fórmula del Yo, Claudio de Robert Graves, el Rancio Sevillano, sobrenombre tuitero de Julio, podría haber titulado su libro Yo, Calígula. El nombre del asesino que viaja desde Milán hasta Sevilla, como el Betis de Quique Setién.“Ha cambiado de barrio y de mudo”, decía Antonio Molina Flores. Del mudo de Ómnium Sanctórum, clave para descifrar el enigma poncino de la Última Cena, al mudo de Santa Ana. Llegaron antes el padre (José Manuel, tipógrafo del Muro de los Navarros) y el hijo (Silvio). El autor estaría en Espíritu Santo con el espectro de Enrique el Cojo.

Por Pureza empezó a llegar gente para que el autor le pusiera la rúbrica a la primera novela en la que aparece Odonkor, el alemán que jugó unMundial y pasó por el Betis. En la trama, Joaquín marca un gol por exigencia del guión, como los que le marcó al eterno rival y en el Camp Nou. Patrocinó la ceremonia Obando y sus regañás.

El Tremendo. Casa Ricardo. El Traga. Bodega Morales. El Silicon Valley de estos nuevos Starsky y Hutch castizos y esperpénticos con el sello personal del pregonero heterodoxo que dejó la selección el mismo año que Villar y Lopetegui. Al bautizo literario junto a la pila trianera acudieron el ex alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín y quien fue su delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, delegado del Gobierno en Andalucía. De forma fortuita, se toparon con el estreno novelesco José Luis Ortiz Nuevo, que era concejal de Cultura cuando Julio vino al mundo, y el pintor Federico Guzmán, que prepara exposición con Juana de Aizpuru en Madrid.

La portada es de Jesús Alés. Las ilustraciones de Cristina Domínguez, la madre de Silvio Muñoz. Julio Muñoz Gijón coincide con una de las tesis de la trilogía de Javier Marías Tu rostro mañana: las manchas de sangre son muy difíciles de quitar. Las Memorias de Adriano en Itálica son con Silvio recuerdos de Celentano.

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