Los beneficios netos del Metro están asegurados con la aportación anual de la Junta a la empresa concesionaria como subvención al billete en función de la cifra de viajeros que transporte por más que la empresa cobre con retraso. Así ha sido en los tres primeros años completos que lleva funcionando: 5,5 millones de beneficio neto en 2012, un total de 7,8 millones en 2011 y 2,2 millones en 2010.

El problema es que en los últimos dos años la línea se ha estancado en los 14 millones de viajeros y se distancia cada vez más de las previsiones marcadas en el modelo económico de la concesión. Este año, por ejemplo, el Metro debería transportar 14.744.665 millones de viajeros, pero la realidad es que no se espera que pase de los 14 millones, concretamente 14.008.082 se prevén al cierre de 2013. Esto supone un 5% menos que la previsión empresarial.

Lo mismo sucedió al cierre de 2012, cuando se esperaban 14.568.734 viajeros que han acabado siendo 14.029.418, un 3,7% menos. Los datos aparecen en las cuentas de estos años presentadas en el Registro Mercantil. El mejor balance de viajeros se logró en 2011, cuando rozó prácticamente los 15 millones.

La empresa mantiene el optimismo pese a este "descenso sostenido" de viajeros lejos del boom "excepcional" de 2011 y, dado que aún se mantiene dentro de los 14 millones, interpreta que "en el contexto de crisis y de descenso generalizado del consumo, la sociedad no se encuentra en absoluto lejana a la estabilidad y rentabilidad prevista del negocio". El descenso en 2012 respecto al año anterior ha sido del 6,25% lo que supone 936.000 viajeros menos.

Otro dato de la memoria de la empresa es que este estancamiento de viajeros se da también en la demanda de los tres tramos en que se divide la línea, que concentran el mismo porcentaje de viajeros un año tras otro. En la capital no pasa del 72 ó 73% del total de viajeros, en el Aljarafe, igualmente, se mueven un 20 ó 21% de viajeros y en el tramo de Condequinto-Olivar de Quintos la demanda tampoco se mueve del 7%. La única variación significativa en los viajeros es que crece el número de estudiantes y trabajadores que lo usan al pasar del 19,9% al 23,7%, que en más de la mitad de los casos no residen en la capital sino en los municipios limítrofes y optan por el Metro en lugar de por el coche.

Las reclamaciones de los viajeros rondan el millar anualmente. Como dato positivo cabe destacar un descenso de un 11,22% en 2012 con una cifra de 1.107 quejas, que equivalen a 0,79 reclamaciones por cada 10.000 viajes, frente a las 1.281 de 2011.

El 90% de viajeros usan las tarjetas más baratas con bonificaciones: bonometro, tarjeta del Consorcio de Transportes (con transbordo) y bonoplus-45. En las dos primeras el precio es idéntico desde 2010: 0,82 euros un salto, dos saltos 1,17 euros y tres saltos 1,37 euros. El bonoplus da derecho a 45 viajes en 30 días como máximo por 30, 42 y 50 euros.