el éxodo sanitario

Menos de la mitad de los nuevos médicos de familia se quedan en centros de salud de Sevilla

El grupo de MIR que han acabado este año la especialidad en el Virgen del Rocío durante el acto de despedida.

El grupo de MIR que han acabado este año la especialidad en el Virgen del Rocío durante el acto de despedida. / @HospitalUVRocio

En los servicios autonómicos de salud faltan batas blancas, sobre todo médicos de familia y pediatras. Al menos esa es la queja amarga que resuena en todas las consejerías, incluso en las comunidades con más recursos. Andalucía, y por ende, Sevilla, no escapa a esa tendencia. El problema, dice la Administración andaluza, no es tanto la falta de fondos para contratar facultativos, sino la falta de profesionales por una tormenta perfecta: el cuello de botella generado por la escasez de plazas MIR (en comparación con el número de aspirantes) y la jubilación de cada vez más profesionales. Sin embargo, hay un tercer factor en juego: las condiciones laborales.

Cientos de médicos emigran cada año por la diferencia salarial y la falta de reconocimiento, no sólo a otros países, también entre provincias españolas. Esa fuga de facultativos también se da en nuestra provincia. Afecta tanto a la sanidad pública como privada y, sólo el año pasado, el Colegio de Médicos de Sevilla contabilizó 183 traslados, es decir, una baja como colegiado en el órgano sevillano cada dos días. Los datos fueron expuestos esta semana por el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) en su informe anual sobre demografía médica. En los últimos tres años, cerca de 600 facultativos han hecho sus maletas y se han marchado a trabajar fuera. 

Los nuevos médicos y el plan de fidelización

Pero no sólo están los que se van. Aquellos que salen del sistema sanitario andaluz en busca de mejores condiciones laborales. El problema es más amplio. También están los que, por falta de atractivo de ciertas especialidades, ni siquiera llegan a entrar. Se forman aquí, pero se marchan atraídos por los mejores sueldos y condiciones de fuera por las que son seducidos. Esto lleva pasando años en especialidades como la de Medicina Familiar y Comunitaria. Los llamados médicos de familia o de cabecera que atienen a los pacientes en las consultas de los centros de salud de Atención Primaria, la puerta de entrada a la Medicina y la piedra angular que sostiene el gigantesco engranaje sanitario.  

Se ha visto en la última camada de médicos. En las últimas semanas, los hospitales sevillanos han celebrado los actos de despedida de sus residentes que, tras un periodo formativo medio de cuatro años, han logrado obtener la especialidad, necesaria para ejercer como médicos. En total, según los datos oficiales ofrecidos a este medio por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), este año han concluido su residencia 341 doctores. Entre ellos, 58 profesionales de Medicina de Familia. En un contexto de importante déficit de estos doctores en los centros de salud, con problemas para cubrir incluso vacantes por jubilaciones, el SAS pone en marcha un sistema para ofrecer contratos a este nuevos médicos a fin de retenerlos. La realidad es, no obstante, que menos de la mitad han firmado.

Según el Sindicato Médico de Sevilla (SMS), de esos 58 MIR de Familia, sólo 26 han aceptado las condiciones ofrecidas por la Administración sanitaria y ejercerán su profesión en centros de salud sevillanos. “Es decir, 32 de ellos, un 62%, han renunciado a trabajar en Atención Primaria”, recalcan.

En la Atención Primaria de Sevilla, las ofertas correspondientes a 2023 finalizaron el pasado 22 de mayo. Las plazas ofrecidas han llegado en su totalidad a las 186, siempre con en base a los datos ofrecidos por el sindicato, dado que, pese a la insistencia de este periódico para conocer la cifras oficiales registradas en el SAS, no ha sido finalmente posible recibir ninguna información al respecto. Las fuentes consultadas se han limitado a indicar que, en caso de ser necesario, “se seguirían ofreciendo nuevos contratos”. 

Dicha oferta ha constado de tres fases. En primer lugar, las plazas se han ofrecido a los facultativos con contratos temporales en la Bolsa, para darles la oportunidad de mejorar su destino. A continuación, se ofertaron a los temporales no activos en Bolsa y, por último, a los médicos que acaban de obtener la especialidad, los MIR.

“Pues bien, de las 186 plazas ofertadas en Medicina de Familia, 65 han sido ocupadas por médicos con nombramientos temporales, que ya estaban trabajando en el SAS. De las 121 restantes, sólo 26 han sido ocupadas por alguno de los 58 nuevos especialistas”, recalcan desde el sindicato.

Las jubilaciones

A eso se suman las jubilaciones. En Sevilla, el Sindicato Médico de Sevilla recalca que en el último año se han jubilado 44 médicos de Atención Primaria, prácticamente el doble de los 26 que han aceptado quedarse. “La conclusión es evidente -apostillan desde el SMS- la Medicina de Atención Primaria avanza imparable hacia el colapso ante la negligente pasividad del SAS”.

“Con estas cifras no podemos más que decir que el plan de fidelización vuelve a ser un fracaso”, indica el presidente de la rama de Atención Primaria del sindicato, Rafael Gómez. “Las razones de este bochornoso fiasco son múltiples. En Atención Primaria la precariedad laboral y la discriminación retributiva desalientan la entrada de los médicos en la sanidad pública. Estas condiciones empeoran notablemente en verano y son particularmente malas en Andalucía”, añade.

Faltan pediatras

En el caso de la Pediatría, otros especialistas que son deficitarios en los centros de salud, tanto que sindicatos y asociaciones pediátricas estiman que por lo menos una cuarta parte de los niños no son atendidos por estos profesionales sino por médicos generales, y con los que, según los datos que maneja el sindicado, la situación sería “más sangrante”, alerta Gómez. 

Ninguno de los 23 pediatras que han terminado este año su residencia en Sevilla habrían firmado un contrato para hacerse con una de las 104 plazas disponibles y que habrían sido ofrecidas, siempre, según denuncia el SMS. “Mientras esas plazas se han quedado vacantes, los pediatras con nombramientos temporales continuarán renovando mes a mes”, se lamentan.

La puerta de Urgencias 

“Pero hay más”, continúa la queja de la principal central sindical entre los galenos sevillanos. La residencia de Medicina de Familia es la que nutre al sistema sanitario de médicos para los centros de salud, pero también, hasta que se cree la especialidad de medicina de urgencias, que el Gobierno central ya ha aprobado, la Medicina de Familia tiene como salida la puerta de entrada de las Urgencias hospitalarias. Y eso estaría, precisamente, detrás de situaciones como la ocurrida en el Distrito Sanitario Aljarafe donde, en un primer momento, y siempre atendiendo a la información facilitada por el Sindicato Médico de Sevilla, “ningún MIR de Familia cogió ninguna de las plazas”. 

“Han terminado nueve residentes de Medicina Familia y ninguno en un primer momento cogió las plazas que se les ofrecieron. Todos se fueron a la puerta de Urgencias del Hospital el San Juan de Dios del Aljarafe, aunque luego han venido dos de fuera”, indica Gómez. “Ahí se ve muy claro el fracaso del plan de fidelización. Tendrán que mejorar las condiciones en Primaria para que el que acaba la residencia no prefiera ir a las urgencias del hospital donde las mismas son mucho mejores”, apostilla.

La visión de la Junta

Por su parte, la Junta de Andalucía culpa en parte de la escasez de médicos al Ejecutivo central por no poder convocar más plazas por el sistema MIR. Así lo ha manifestado esta semana la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, quien ha lamentado que “desde 2018 cinco ministros hayan jurado el cargo en el Ministerio de Sanidad y ninguno haya mostrado interés en resolver el grave déficit de profesionales sanitarios que existe tanto en Andalucía como en España”. “Andalucía lleva cuatro años reclamándole a Sánchez 4.000 plazas MIR extraordinarias, así como replantear el modelo de elección de plazas para que no queden plazas libres”, dijo el jueves en su comparecencia en el Parlamento de Andalucía.

Con todo, García no oculta el déficit de profesionales sanitarios que padece la comunidad y advierte de que hasta 2030 se jubilarán cerca de 7.000 profesionales sanitarios en la comunidad autónoma, de los que 3.000 son de Atención Primaria.

Así, la Consejería insiste en destacar las medidas implementadas por el Gobierno andaluz, entre las que se encuentra la de ofertar a los residentes interinidades por plazas vacantes en aquellos puestos que no se hayan podido cubrir mediante los procesos establecidos en el Pacto de Bolsa Única; establecer criterios de inscripción en bolsa ajustados a fecha fin EIR; seguir ofertando su contratación a través de Acto Único, así como la incorporación de forma progresiva de un total de 411 administrativos antes del 31 de diciembre de 2024, “con el fin de mejorar el procedimiento administrativo relativo a la gestión asistencial”, ha añadido. No obstante, para el colectivo médico dicha estrategia sigue siendo “un desastre”.

“Mucho nos tememos que, ante el desastre, el SAS volverá a esconderse tras consignas vacías y burdas excusas. Nos volverá a decir que no hay médicos en Bolsa, mientras potencia la contratación de personal de enfermería. Se negará a reconocer la precariedad laboral y retributiva que sufre la Medicina de Atención Primaria y a adoptar medidas para paliarla, como si su inacción fuera ajena a su hundimiento”, concluyen desde el SMS.

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