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Diáspora de médicos de Sevilla: "Ahora comparo y me pregunto cómo pude aguantar tantos años"

La médica Ana Luque Palomo, tercera por la izquierda, junto a otros médicos españoles en Francia.

La médica Ana Luque Palomo, tercera por la izquierda, junto a otros médicos españoles en Francia. / M. G.

"Cuando me preguntan cómo estoy no dudo: estoy super feliz", afirma Ana Luque Palomo al descolgar el teléfono. Es una médica sevillana con cerca de 35 años en la profesión y atiende la llamada de Diario de Sevilla a miles de kilómetros de su tierra. Con 57 años, cansada de encadenar interinidades y contratos temporales en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) -"incluso por días", apostilla-, decidió coger las maletas rumbo a Francia. Asegura que la situación que vivía era "tan penosa" que no se lo pensó. Dejó en Sevilla a su familia, marido e hijos. Y no tenía ni idea del idioma. Aún así se siente "compensada". 

"Yo trabajan en el SUAP del Distrito Sevilla y estaba muy desilusionada. Estaba de interina por circunstancias personales pero el sueldo era muy malo. Estaba en una situación penosa. No hablaba ni francés, pero decidí probar suerte. No vine pensando que me quedaría aquí, pero tres años después no me acuerdo de lo que tenía allí", explica a este medio. "Mi situación, entre esta y la que tenía en España está a años luz. No tiene nada que ver. Estoy aquí y no me quiero ir", insiste.

Nada más llegar a Beaufay, un pequeño pueblo cerca de Le Mans firmó el contrato que a día de hoy mantiene. "Aquí todo es más sencillo. Trabajamos como liberales, que es una especie de autónomos, casi todos los médicos aquí los somos, y nosotros mismos somos los que programamos nuestras citas. La Seguridad Social nos trata muy bien e incluso cuando el Covid nos aportaron dinero y nos dieron ayudas", destaca.

La doctora explica que su salida del sistema sanitaria público andaluz fue casi por causalidad y consecuencia de "años de hartazgo". Cuenta que en una guardia junto a una joven residente le llegó un mensaje en el que se indicaba la falta de médicos en EEUU y que la chica, al escuchar sus lamentaciones, le comentó que en Francia también estaban buscando. "La chica me escuchó quejarme y decir que cualquier día me iba a ir fuera y me habló de Francia. Eso se me quedó en la cabeza. En una reunión con el Sindicato Médico de Sevilla me comentó un compañero que conocía una médica que estaba aquí en Beaufay. Hablé con ella y aquí estoy", destaca. En el mismo pueblo hay dos andaluces.

Asegura que, además del salario, que "también es mucho mayor", las condiciones laborales y el valor del médico allí, "es totalmente diferente". "Es más que el sueldo. Te reconocen muchísimo tu trabajo. Lo más importante aquí es el alcalde, el médico y el farmacéutico", afirma. "Trabajamos mucho, muchas veces tenemos más consultas que allí, pero compensa por las condiciones que tenemos. Muchas veces lo comparo y me pregunto cómo he podido aguantar tantos años. No sé cómo aguantan mis compañeros. Lo que veo desde aquí es que todo sigue igual", insiste. A sus 60 años, la facultativa no tiene claros cuántos le quedan en la profesión, pero sí que, por ahora, no piensa en volver. "Soy feliz. relajada, bien, considerada, gano muchísimo más dinero que allí. No sé cuántos años me quedaran aquí, pero lo he pasado tan mal que ganas de volver no tengo", afirma contundente.

"Estoy empezando una vida y necesito estabilidad"

El intensivista Joaquín Navarro. El intensivista Joaquín Navarro.

El intensivista Joaquín Navarro.

Otro ejemplo es el del intensivista Joaquín Navarro. A sus 30 años está empezando su camino laboral y ya se ha visto obligado a cambiar de ciudad para mejorar sus condiciones laborales. En su caso, dentro de la misma Comunidad Autónoma, de Sevilla a Huelva, pero con un mismo objetivo: "encontrar una estabilidad".

El doctor Joaquín Navarro acaba de terminar su residencia en el Hospital Virgen del Rocío. "Lo que me ofrecían allí era un contrato de verano que no me garantizaba poder tener una continuidad", indica. Por ello, ha decidido trasladarse al Hospital comarcal de Riotinto. "Cuando terminamos el periodo formativo, lo ideal es quedarnos en el lugar donde lo hemos hecho porque es lo que conocemos y es mucho más fácil trabajar así, pero hoy día, las posibilidades son limitadas", apostilla. "Soy joven y estoy empezando una vida, me he casado y estoy esperando un hijo, necesito una estabilidad", añade.

Joaquín Navarro destaca que es consecuente con la decisión que ha tomado, aunque eso implique un cambio de provincia y continuos traslados en coche, de ahí que este médico, que también es vocal y representante de médicos jóvenes, en Formación y/o Promoción de Empleo, del Colegio de Médicos de Sevilla, recalque que "hay mucho trabajo por hacer para mejorar las condiciones que se le ofrecen a los nuevos médicos". Cuestiones que, asegura, les han sido trasladadas al gerente del SAS, Diego Vargas.

"Algo hay que hacer porque no puede ser que después de todo el esfuerzo que hacen las instituciones en formar a médicos aquí en Andalucía, los perdamos y se nos vayan fuera en busca de mejores condiciones laborales y salariales por la diferencia tan importante entre comunidades y países de las mismas", sentencia. 

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