El nuevo rector de la Universidad Loyola, Fabio Gómez-Estern Aguilar, el segundo en asumir el cargo en los 10 años de historia de esta institución académica, ha tomado este miércoles el relevo en el cargo de Gabriel Pérez Alcalá. El acto ha coincidiendo con la apertura oficial del curso académico 2023/24 y la inauguración del nuevo edificio de su Campus Sevilla, ubicado en Dos Hermanas.

Fabio Gómez-Estern ha analizado la situación actual de la universidad y los retos a los que se enfrenta el sector de la educación superior, además de hacer un llamamiento a toda la comunidad universitaria de la Loyola para perseverar en su tarea “de formar a generaciones de buenas personas y futuros buenos profesionales que ayuden a hacer del mundo un lugar mejor para todos”. Ha recordado que ya son una comunidad de más de 1.000 profesionales, con tres sedes (Córdoba, Sevilla y Granada) que exigen un cuidado y mantenimiento impecables y que son la imagen de nuestras institución y el marco donde se vive "la experiencia del estudiante".

El rector ha asegurado que “lo más importante de nuestra universidad son los estudiantes, el impacto que podemos causar en sus vidas y en la sociedad a través de ellos". Ha agradecido a Pérez Alcalá y a todo su equipo rectoral su labor estos años, en los que ha conseguido situar a Loyola como "una universidad de calidad y excelencia desde Andalucía".

Toma de posesión del nuevo rector de la Universidad Loyola, Fabio Gómez-Estern Aguilar.

En su intervención, ha referido que la creciente comunidad universitaria no plantea exclusivamente retos de gestión y gobernanza. “Nos adentramos en nuevas dimensiones en los aspectos culturales, sociales, políticos y de convivencia. Hemos conformado una comunidad diversa, internacional, con multitud de aspiraciones y creencias, donde la inspiración cristiana alcanza todas las dimensiones", ha asegurado.

"Experiencia compartida"

También ha destacado la educación universitaria, "puesta en cuestión según algunas corrientes internacionales", motivo por el cual defiende que "una formación superior diversa y competitiva es un bien social con una capacidad transformadora que nunca podremos sustituir, especialmente en la edad en la que se incorporan a ella nuestros estudiantes”. "El saber no es solo información, es experiencia compartida, es motivación, es compromiso y para todo ello no hay nada mejor que el medio universitario”, ha añadido.

La apertura oficial de este décimo primer curso la ha presidido el provincial de España y canciller de la Universidad Loyola, Enric Puiggròs Llavinés. Ha contado con la presencia de la viceconsejera de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, Lorena Garrido Serrano; el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez García; la subdelegada del Gobierno de España en Sevilla, Isabel Mayo; los rectores de las universidades de Deusto y Comillas, Juan José Etxeberría y Enrique Sanz, respectivamente; así como autoridades académicas de las citadas universidades jesuitas y de la Pablo de Olavide y la UNIA, junto a una nutrida representación de autoridades eclesiásticas, civiles y militares, directivos y representantes del mundo empresarial, así como miembros de la comunidad universitaria.

El acto se inició con la celebración de la eucaristía en la capilla del Campus, presidida por el obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Ramón Valdivia Giménez, que también ha oficiado la bendición del nuevo edificio del campus.  

Aquel pequeño centro de empresariales

Gabriel Pérez Alcalá ha intervenido con un discurso de despedida en el que ha realizado un viaje a través de la historia de la universidad y del germen de la misma. “Un pequeño centro de empresariales creado en 1963 por la Compañía de Jesús en Córdoba a través del padre Jaime Loring, que en 2008 pasaba por una etapa crítica”. Pérez Alcalá ha explicado que la Loyola es el fruto de perseguir un sueño y ha asegurado que “hemos hecho una universidad moderna, completa, innovadora, internacional, emprendedora e investigadora”. Una universidad con alma porque siempre hemos tenido en nuestro horizonte a los más necesitados, cercanos y lejanos”.

El anterior rector de la Loyola, Gabriel Pérez Alcalá, durante su discurso de despedida del cargo.

Por su parte, el provincial de España de la Compañía de Jesús y canciller de la Universidad Loyola, Enric Puiggròs SJ, ha agradecido al rector saliente el “gran trabajo de estos años liderando la universidad desde su nacimiento hasta el día de hoy” y al nuevo rector “por asumir este servicio que la universidad le pide en tiempos nada fáciles”. Ha asegurado que la universidad se ofrece a colaborar con toda la sociedad civil y todas las instituciones en el objetivo de lograr una sociedad más justa, más humana y más solidaria.

El nuevo edificio

También se ha inaugurado el edificio 2 del Campus de Sevilla, que acogerá diversas instalaciones entre las que se cuentan zonas de aularios, una clínica y una farmacia simuladas, así como una sala de exposiciones o aulas específicas para las titulaciones de artes. Esta nueva fase del campus ha sido diseñada por el estudio internacional luis vidal + arquitectos, autores de la fase 1 inaugurada en 2019, el primer campus integrado del mundo con la máxima certificación de sostenibilidad internacional, el LEED platino. Asimismo, ha contado con BOVIS from CBRE como Project Managers.

Sobre una superficie de más de 30.000 metros cuadrados, las nuevas instalaciones tienen capacidad para 2.500 y 3.000 alumnos, ofrecen espacios flexibles, con el máximo confort para el usuario, energéticamente responsables y a la vanguardia tecnológica.

Las zonas comunes del nuevo edificio del Campus Sevilla de la Loyola.

En palabras de Luis Vidal, autor del proyecto, “el campus de la Loyola se ha visto ampliado para ir completando las necesidades de la universidad y continuar siendo un referente mundial en el diseño de campus universitarios”.

Memoria del curso pasado

En su informe sobre la actividad desarrollada durante el curso 2022/23 por la Universidad Loyola, el secretario general, Pedro Pablo Pérez, ha señalado que, en el ámbito docente, se impartieron 21 grados oficiales simples, 14 grados dobles, un grado propio y dos grados eclesiásticos, así como 10 másteres oficiales, 13 másteres propios, un máster eclesiástico, ocho másteres dobles y cuatro programas de doctorado.

Durante el que fue el décimo curso de la universidad el número de estudiantes matriculados en estudios de grado ascendió a 3.952, a 673 en máster, 120 en doctorado y 80 en programas de executive. Así, la cifra total de alumnado matriculado con carácter regular en los estudios impartidos desde la Universidad Loyola fue de 4.825.

En el capítulo de internacionalización, la Loyola acogió a 607 alumnos procedentes de otras universidades que se matricularon en estudios oficiales, y 299 estudiantes de Loyola completaron su formación en universidades extranjeras.

La empleabilidad de los egresados

Por otro lado, en el ámbito de empleabilidad y emprendimiento, el secretario general ha indicado que la universidad mantiene 3.036 convenios de prácticas con empresas y ha firmado 445 nuevos convenios durante el pasado curso académico. Además, 1.146 alumnos de grado y 487 de posgrado hicieron prácticas en empresas nacionales e internacionales, con una duración media de 2,27 meses en el caso de grados y de 2,98 meses en posgrado.

Por lo que se refiere a la investigación, uno de los ejes centrales de la Loyola, la producción científica se ha traducido en la publicación a lo largo de 2022 de 287 artículos indexados JCR, Scimago y otros índices.

Apertura oficial del nuevo curso académico en la Universidad Loyola.

Pérez ha señalado que, en este contexto de educación integral, ocupa un lugar preferencial el Servicio de Evangelización y Diálogo, cuyo objetivo es promover los valores evangélicos de la espiritualidad ignaciana que se reflejan en la Universidad Loyola. En datos: 460 personas de la comunidad universitaria activamente implicados en participar y conocer la espiritualidad ignaciana, 230 participantes en actividades de voluntariado y ecología y 241 participantes en las actividades de diálogo.

Finalmente, la Fundación ETEA-Instituto de Desarrollo de la Universidad Loyola, llevó a cabo 29 proyectos de cooperación y transferencia de conocimiento en 13 países de Europa, Centroamérica, América del Sur y el Caribe, con un volumen de fondos gestionado de 1,1 millones de euros.