Sevilla

El paisaje desata un debate en el Ateneo de Sevilla

  • El catedrático de Ecología Francisco García Novo reflexiona sobre la naturaleza y cómo se ve afectada por las nuevas energías eólica y fotovoltaica

  • "Paisaje es la naturaleza que se ve", define el profesor, si bien luego la percepción es distinta para cada uno

  • Luis Mateo Díez gana el premio Cervantes 2023

Miguel Ángel de la Rosa, Francisco García Novo y Fernando Fabiani.

Miguel Ángel de la Rosa, Francisco García Novo y Fernando Fabiani. / Antonio Pizarro

La conferencia El paisaje: la interfaz de la naturaleza, pronunciada por el catedrático de Ecología Francisco García Novo, desató un intenso e interesante debate sobre el desarrollo de las nuevas energías, su afección al medio ambiente y la necesidad de buscar un equilibrio entre tecnología y naturaleza que no altere en demasía a esta última. En el debate participaron algunos de los nombres más conocidos de la ingeniería sevillana, como José Domínguez Abascal, Javier Brey o Antonio Gómez Expósito, que se encontraban entre el público asistente a la ponencia, entre otros muchos alumnos del profesor García Novo, conocido por todos cariñosamente como Fuco.

Fue la primera sesión del ciclo de conferencias Los martes de la Academia, de la Real Academia Sevillana de Ciencias, que se celebran en el salón de actos del Ateneo. Fue también la primera conferencia con Miguel Ángel de la Rosa como presidente de la institución, mientras que por el Ateneo estuvo el secretario general del mismo, Fernando Fabiani, que concluyó el acto con una frase muy expresiva pero que resume a la perfección cómo fue el debate: "No sabía yo que el paisaje daba para tanto".

Arrancó García Novo su intervención recordando algunas definiciones de paisaje ("extensión de escenario natural percibida por el ojo en una sola visión", "el campo considerado como espectáculo", "área con caracteres geográficos propios que se diferencia de las vecinas"), alguna de ellas incomprensible. García Novo simplifica mucho más la cuestión. "Paisaje es la naturaleza que se ve".

A partir de ahí, hay tres opciones: el sistema natural, la representación y la percepción. "El sistema natural es algo complejo, enorme en comparación con nosotros. Percibimos sólo algunas superficies de los elementos naturales. En la atmósfera vemos las nubes, el sol. En los océanos vemos la superficie. En los sistemas terrestres la vegetación y algo de los animales".

Francisco García Novo y Miguel Ángel de la Rosa. Francisco García Novo y Miguel Ángel de la Rosa.

Francisco García Novo y Miguel Ángel de la Rosa. / Antonio Pizarro

El profesor fue acompañando su disertación con diapositivas explicativas, en las que hacía continuas referencias al arte. Magritte fue uno de los pintores elegidos para hablar sobre la representación del paisaje y para recordar que "cada uno de nosotros ve algo distintos del paisaje, un geólogo, botánico, zoólogo... cada uno ve paisajes distintos".

Llegó García Novo a lo que llamó el "canon del paisaje". "La percepción es analítica, sensorial, pero la imagen es evaluada con las experiencias previas y enfrentada a un canon personal de paisajes. En nuestro filtro del paisaje entra un elemento nuevo, el canon, que se crea con la experiencia de haber estado en lugares parecidos". Picasso pintando el Mediterráneo una y otra vez, recordó el profesor. Pero ojo con equivocar el canon, que "puede conducir al desastre", y recordó al Quijote y la confusión de los molinos y los gigantes. 

La revolución industrial renovó los paisajes, "añadiendo una semiótica poderosa". "Las chimeneas crean un paisaje enteramente nuevo. Los títulos de propiedad, los billetes de banco, las chimeneas y un tren irrumpiendo sobre la naturaleza... Tenemos un territorio con una semiótica tradicional. En nuestros tiempos dos reacciones sobre el territorio: intensificación y abandono. Se desarrolla ante nuestros ojos un tipo de paisaje distinto". Y fue aquí donde se sentaron las bases del debate posterior. 

La intensificación conlleva al empobrecimiento natural. La urbanización, la construcción de infraestructuras destruye el paisaje tradicional pero a la vez aparece una nueva semiótica, "que nos venden en los anuncios, una marina, chiringuitos, sitios de atraque". "Es el nuevo paisaje que emerge", para a continuación citar el "caso desastroso del Mar Menor". O Doñana, que sufre las secuelas de la intensificación. "Se ha consumido el agua de los acuíferos que los alimentaba. Doñana es una masa de arena enorme con agua por debajo que sale por algunos puntos y alimenta un sistema de lagunas y esas se llenan de fauna".

Un momento de la conferencia. Un momento de la conferencia.

Un momento de la conferencia. / Antonio Pizarro

Tras siglos sin despertar interés, la naturaleza empezó a ser valorada, "pues antes era hostil". "Lo natural era peligroso, no explotable", pero eso cambió gracias a hombres como Félix Rodríguez de la Fuente y José Antonio Valverde Gómez. "La fauna es de repente interesante".

La parte final de la conferencia trató sobre la conservación de espacios y de elementos naturales, y el rechazo a industrias contaminantes y a los efectos secundarios y la reivindicación de paisajes. No al horror de Benidorm o a los paisajes alterados por los molinos generadores de energía. "¿Por qué son blancos? ¿Por qué no los hacen del color que menos se vea? Son unas estructuras enormes". O por los paneles solares. 

Diferenció García Novo el territorio intensificado, urbanizado, con una semiótica nueva y aceptada socialmente, del territorio explotado, protegido, con especies conservadas. Habló de una "presión social poderosa sobre el paisaje", de las transformaciones rápidas en la segunda mitad del siglo XX y la ausencia de políticas defendiendo el territorio, de la demanda de conservación y del disfrute natural y deporte. 

Concluyó con una nueva batería de obras de arte como ejemplos de personas que aspiraron a orientar el canon. "Paisajes con interfaz de embellecer. Como Canaletto en Venecia, que olía fatal y no estaba tan bien. Los edificios no eran tan altos. Se puede embellecer con realismo o de forma más singular. Como Juan Gris, Giorgione, Van Gogh, Renoir o Brueghel". Y remató con una broma: "Sugiero que vigiléis a los que montan aerogeneradores".

El caso es que había gente que había montado aerogeneradores entre el público, lo que provocó el debate, siempre en tono cordial y distendido. Domínguez Abascal, quien fuera secretario de Estado de Energía y dirigiera Abengoa, admitió que hay que buscar la forma de hacer el "menor daño posible" a la naturaleza si se quiere mantener el sistema actual liberal capitalista, en el que son fundamentales las energías eólica y fotovoltaica. "Pero daño vamos a hacer". Javier Brey, catedrático de Física Teórica a quien su primo, Mariano Rajoy, utilizó en su día para restar importancia al cambio climático, apostó por realizar obras que permitan luego devolver la naturaleza al estado anterior con cierta facilidad y que no se queden para siempre.

"Como el caso de la central nuclear de Valdecaballeros", que se construyó entera pero que no se puso en funcionamiento, recordó García Novo. El profesor, brillante, pidió una mayor discusión técnica y una menor gresca entre partidos políticos para poder avanzar en buscar soluciones y en mejorar en ese respeto a la naturaleza. "Como estamos haciendo aquí".

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