Ordenanzas fiscales

Los pisos turísticos pagarán otra tasa más por la basura como los hoteles

  • El suplemento que abonarán los propietarios oscila entre los cinco y los dos euros por plaza dependiendo de la ubicación de la vivienda

Apartamentos turísticos en el Centro.

Apartamentos turísticos en el Centro. / Juan Ayala

La subida del recibo del agua tras el intento frustrado del año pasado tiene una segunda parte. El equipo de Juan Espadas tiene pactado realizar una revisión de la ordenanza que regula la tasa de basura que afectará a los apartamentos turísticos, las residencias de estudiantes y los colegios mayores, que deberán abonar desde principios del año que viene un suplemento similar al que pagan los hoteles.

Todo ha sido posible tras el acuerdo alcanzado entre el gobierno socialista y Adelante Sevilla. La ordenanza de la tasa de basura será modificada con el objetivo de que el coeficiente aplicable se reduzca para los hogares en un 7%, al pasar de un 56% sobre el consumo de agua por parte del hogar a un 52,3%. Los técnicos detallan que con este descenso se evita que la actualización de las tarifas del agua necesaria para la realización de inversiones de Emasesa repercuta en el tributo de residuos. El Ayuntamiento defiende que no tendrá impacto alguno el nuevo precio público del agua en la tasa de basura.

La regularización de la tasa de basura incorpora la figura de los apartamentos turísticos que hasta ahora estaban dentro del uso residencial. Los propietarios de estos inmuebles pagarán, además del tributo de residuos como viviendas, un suplemento por su uso turístico con un modelo equiparable al que se usa con los establecimientos hoteleros (que pagan por plaza). Debido a que la mayoría de los bloques cuentan con contenedores comunes, los técnicos explican la imposibilidad de separar ambos tributos ya que no se puede recargar sólo la tasa de basura.

Baja el impuesto de residuos para que la subida del agua no afecte a su precio

La tasa será trimestral en función de la categoría de la calle. El dueño de un piso enclavado en la primera categoría (abarca barrios del centro como la Alfalfa, la Encarnación o Santa Cruz) deberá abonar cinco euros. Un ejemplo. Las arcas municipales recibirán 120 euros al año por un piso con cuatro plazas en Cuna. El resto de tarifas son cuatro euros por plaza en calles de segunda categoría; tres euros en calles de tercera categoría; y dos euros en calles de cuarta categoría.

En la revisión de la ordenanza de la tasa de basura se regulan por primera vez también las residencias de estudiantes y colegios mayores aplicando un sistema similar al de los hoteles: cuatro euros al trimestre por cada plaza. Hasta ahora pagaban una tasa como los colegios, que cuentan con una cuota general dependiendo de los equipamientos especificados. Estas medidas deberán ser votadas el viernes en la comisión de Hacienda y Administración Pública. El gobierno socialista aún no hizo una estimación de la recaudación.

Las tarifas de Emasesa se han mantenido congeladas o con leves actualizaciones en los últimos años. El reajuste del recibo es de 5,76 euros al año por persona tomando como referencia la factura de una familia tipo de tres habitantes en la vivienda con un consumo de 12 metros cúbicos al mes. El consejo de administración aprobó a principios de noviembre la actualización de las facturas del agua con el respaldo de la mayoría de los quince consejeros, entre los que se encuentran el consejero delegado de la empresa, todos los grupos políticos de la Corporación municipal y alcaldes como los de Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, La Rinconada o Camas.

Las residencias de estudiantes pagarán por primera vez cuatro euros por plaza

¿Cómo justifica Emasesa una subida que supondrá unos ingresos de 10,4 millones? Los técnicos explican la necesidad que tiene la empresa de ingresar dinero para invertir en la renovación de infraestructuras críticas de gran impacto sobre el área metropolitana que eviten riesgos graves sobre el suministro y el medio ambiente que puedan afectar a un número importante de ciudadanos.

El año que viene se centrarán en cinco proyectos con dos objetivos: medidas para mejorar la calidad del tratamiento de aguas residuales (fósforo) y acciones de mejora de agua en origen (coloración, carbono activo) que también se están viendo afectadas por los efectos del cambio climático; y actuaciones para atender infraestructuras obsoletas que pueden derivar en un riesgo claro e inminente sobre el correcto funcionamiento del servicio o pueden producir daños ambientales. Para los siguientes tres años está previsto trabajos, entre otros, en la arteria de cruce del Guadalquivir que sirve para suministrar a 450.000 personas.

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