La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha aclarado este lunes que el salto de agua que está cayendo estos días de la presa de Alcalá del Río no corresponde a "ningún desembalse" ni apertura de compuertas, sino al agua que cae por lo cargado que viene el río desde su nacimiento, a consecuencia de las últimas lluvias. "Toda el agua que entra en la presa, sale", señala la Confederación. 

El organismo estatal que gestiona la cuenca explica que esta infraestructura "no es una presa de almacenamiento, sino una central fluyente que no tiene capacidad de regulación", explica la CHG. 

La presa está situada en el mismo cauce del río, y su función no es retener agua, sino generar energía eléctrica. El salto del agua mueve una turbina que produce energía y, durante este fin de semana, se ha llegado a caudales punta de 525 m3 por segundo, un nivel alto en comparación con los 175 m3 por segundo que tiene el caudal este lunes, añade la CHG.

La presa de Alcalá del Río se construyó sobre el cauce del Guadalquivir en 1930 como presa móvil. Está situada en el término del mismo nombre, a 17 km de la capital sevillana. Tiene una capacidad de unos 21 Hm3, según iagua.es.