Un preso de Sevilla-I se corta un trozo de oreja y se lo come

La rápida intervención de un funcionario impidió que siguiera autolesionándose

Es un recluso con problemas mentales que ya hizo lo mismo hace un año en Badajoz

El centro penitenciario Sevilla-I.
El centro penitenciario Sevilla-I. / José Ángel García

Un preso de la cárcel de Sevilla-I se cortó un trozo de oreja y se lo empezó a comer. La rápida intervención de un funcionario de prisiones impidió que el interno siguiera autolesionándose. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del martes, al proceder a la apertura de una de las celdas del centro penitenciario, para el recuento ordinario. El funcionario encargado se encontró con que el recluso se estaba comiendo el trozo de oreja que se había cortado previamente.

Gracias a la rápida intervención, el preso fue trasladado a las dependencias médicas de la prisión, donde recibió una primera asistencia y fue estabilizado. Después fue evacuado a un hospital de la capital andaluza. Según indicaron fuentes penitenciarias, se traza de un interno que padece diferentes patologías mentales, que lo llevan a autolesionarse continuamente. De hecho, el día anterior hizo un acto similar, pero con heridas bastante más leves, por lo que los servicios médicos de la cárcel le prestaron la asistencia suficiente y no hubo que llevarlo al hospital.

No es la primera vez que este preso, de 31 años, se comporta de esta manera. Hace un año, también se seccionó partes de la oreja y se las comió. Esto ocurrió cuando estaba en la prisión de Badajoz. Consiguió cortarse los lóbulos y aseguró a los funcionarios que se los había comido.

La asociación TAMPM (acrónimo de Tu Abandono Me Puede Matar) denunció este miércoles el "cada vez más amplio número de internos con problemas mentales en las prisiones que no son trasladados a los hospitales psiquiátricos penitenciarios, donde podrían recibir una atención adecuada a su estado". Estos presos permanecen en prisiones que "carecen absolutamente de psiquiatras en sus plantillas". "Ni siquiera hay un número medianamente adecuado de psicólogos y la preparación de los funcionarios es la que la vida les haya dado, pues por parte de la administración el interés por prepararles para este tipo de situaciones es nulo", indicaron fuentes de esta asociación.

Este suceso se produce unas horas después de otro incidente en la prisión de Sevilla-I, donde el pasado lunes por la tarde, un preso considerado muy peligroso agredió a varios funcionarios cuando era trasladado al módulo de aislamiento. Uno de los empleados públicos sufrió una fractura en la muñeca. El preso llegó a morder a otro de los trabajadores.

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