"Entre los progres estaba de moda decir que el cine francés era bueno"

VE el cine como nadie. Mari Carmen Montero (Sevilla, 1954) creó el cine-club de Medicina, participó en las primeras 24 Horas de Cine. Oftalmólogo, como su padre. "Sería oftalmóloga si mis amigos fueran oculistos".

-¿Su último cine-fórum?

-En el congreso de la Sociedad Española de Oftalmología celebrado en Bilbao -el próximo se celebra en Sevilla-, hablé de cine y estereopsis, visión en relieve.

-¿Cómo surge la afición?

-No sé si tendrá que ver que con 17 días me llevan a Morón, donde mi padre era director del hospital y médico de la base, y vivimos en la calle donde estaban los dos únicos cines del pueblo. Con seis años volvemos a Sevilla, a vivir encima del cine Delicias, y ahora vivo en las traseras del antiguo cine-club Vida.

-¿Ha cundido en la familia?

-Mi sobrino Alejandro, hijo de mi hermano, hizo un máster entre Los Ángeles y Abu Dhabi y ahora es profesor de cine en Shanghái.

-¿El cine cura la Medicina?

-En tercero de carrera hablamos con Juan Ramón Zaragoza Rubira, el decano, y pusimos en marcha el cine-club de Medicina. empezamos en 1974 sin local con To be or not to be. El mayor éxito fue el concierto de Bangla Desh.

-Fueron cerrando cines...

-Sólo en Sierpes había seis o siete. Recuerdo mis últimas películas. Johnny Guitar en el Imperial. La puerta del cielo, de Cimino, en el Llorens. El último mohicano, en el Regina.

-¿Unió las dos vocaciones?

-Con el plan Bolonia, di una asignatura de libre configuración, Cine y Medicina. Hacía grupos de diez alumnos y cada grupo proponía una película. Pusimos Mash y llevé un médico militar.

-¿Cómo trata el cine a los médicos?

-A los médicos bien. A las médicos, últimamente. Antes todas salían de enfermeras.

-¿Su próximo reestreno?

-Guillermo Machuca, odontólogo, me invitó para hacer un seminario de cine y literatura. El primer sábado de febrero viene Jaime de Armiñán con Mi querida señorita. Hemos puesto Grupo 7, uno de los personajes era diabético; El resplandor para hablar de la locura; Solas, vino Ana Fernández para tratar la geriatría; o Blade Runner y los trasplantes.

-Sevilla, capital del cine europeo. ¿Como el Pensamiento Navarro según Unamuno?

-El que más me gusta es el francés. Se ha vuelto un cine ágil, divertido. Antes era un pestiño, aunque entre los progres estaba de moda decir que era bueno. Te aburrías soberanamente.

-¿El ojo es una cámara de cine?

-La córnea es la lente; el iris, el diafragma; la retina, la película; el nervio óptico, el cable.

-¿Una película oftalmológica?

-Los ojos de Julia, la última de Joan Dalmau. Su viuda, Marisa, fue compañera de carrera. El baile que hace en Soldados de Salamina lo hizo conmigo en su casa.

-¿Blanco y negro o color?

-Se experimentó con los dos a la vez. Se eligió el blanco y negro por motivos prácticos.

-¿La ceguera es literaria?

-Borges tenía a María Kodama al lado. Tuve una úlcera en un ojo y estuve varios días sin ver nada. El primer día que vi las letras borrosas del periódico fui feliz.

-Lo que el ojo no ve...

-Eso son los trampantojos.

-La consulta de los Montero en Imagen hacía honor al nombre.

-Aquello era un palco de Semana Santa. Murió mi madre y vendimos el piso.

-Pertenece a la Sociedad Española de Médicos Escritores y Artistas. ¿Un santo patrón?

-Sir Arthur Conan Doyle. Era médico y un año trabajó de oftalmólogo en Viena, Regresó por sus problemas con el alemán. Todos sus relatos tienen una estructura de diagnóstico médico.

-¿La vista engaña?

-Totalmente.

-¿No hace falta ver para creer?

-Es apasionante la relación entre la Biblia y la oftalmología.

-¿Le costó trabajo a la mujer entrar en la especialidad?

-La primera en España fue Trinidad Arroyo Villanueva. Muchos de sus trabajos los firmaba su marido, el doctor Márquez, el primer catedrático. Él operó a Benito Pérez Galdós de un ojo y quedó fatal y ella del otro y salió mucho mejor.

-¿En la pantalla se ve todo?

-Lo que no se ve también cuenta. Por eso me encantó que Antonio Cuadri me invitara a los rodajes de Eres mi héroe y El corazón de la tierra, donde conocí a Jorge Perrugorría, que me enamoró en Fresa y Chocolate.

-¿Cómo se hizo oftalmóloga?

-Igual que mi hermano Jesús, viendo operar a mi padre.

-El médico de Morón...

-Nació en Getafe, hijo de un funcionario de Prisiones. Y en la Feria de Abril conoció a mi madre, una riojana de Mansilla de la Sierra, prima de Ana María Matute, con la que hablaba por teléfono. Nos dedicó su último libro y nosotros le dedicamos el libro de haikus que mi padre publicó con Fernando Rodriguez izquierdo.

-¿Una película fetiche?

-Johnny Guitar.