Mundial de Rusia 2018

Rakitic: de Pino Montano al Mundial

  • La familia de Raquel, su mujer, vive en el popular barrio sevillano.

  • "Gazpacho y solomillo al whisky", sus comidas preferidas.

Rakitic durante un partido del Mundial

Rakitic durante un partido del Mundial / Agencias

Las calles del barrio sevillano de Pino Montano se despiertan. Como cada día, los trabajadores del Mercado de Abastos son los más madrugadores. Preparan el género que venderán durante la mañana: frutas, verduras, carne, pescado... Lo colocan en sus respectivos mostradores, levantan el telón y reciben con una sonrisa a sus clientes, muchos de ellos habituales por estos lares. Poco a poco el mercado se llena de vida gracias a la gente del barrio, en su mayoría mujeres de avanzada edad, que buscan los mejores productos para llevar a sus casas.

Fernando, pescadero del Mercado de Pino Montano Fernando, pescadero del Mercado de Pino Montano

Fernando, pescadero del Mercado de Pino Montano / Juan Carlos Muñoz

Esta rutina se repite en los distintos barrios de la capital hispalense día a día. Sin embargo, en las calles de Pino Montano se esconde una historia que hará a sus vecinos estar pendientes de lo que ocurra el domingo en Moscú. Allí, Ivan Rakitic, quien fuera jugador sevillista, disputará la final del Mundial con su selección, Croacia. 

Raquel, la mujer del futbolista, vivió desde su infancia en el barrio. "De pequeña venía por aquí", dice un conocido de la familia asegurando que "siempre ha sido una familia muy amable". 

En su pescadería, Fernando atiende a una clienta: "¿Rakitic? Sí, alguna vez se dejo ver por aquí". En la trastienda, numerosos pósteres de la época dorada del Sevilla F.C. decoran la pared. Entre ellos se esconde uno del eterno rival, el Betis, "regalo de un amigo". "Hay que tener contento al personal", explica con ironía. 

Domingo y Rafael, trabajadores del Mesón Pino Montano Domingo y Rafael, trabajadores del Mesón Pino Montano

Domingo y Rafael, trabajadores del Mesón Pino Montano / Juan Carlos Muñoz

Se acerca la hora del almuerzo. Como buen sevillano en adopción, el croata disfrutaba de la buena comida. Solía visitar junto a la familia de su mujer el Mesón Pino Montano antes de abandonar Nervión. "Ahora vienen menos, desde que se fueron a Barcelona...", comenta Rafael, el dueño del mesón. "Quizás se pasen aprovechando las vacaciones para ver a la familia", elucubra antes de recordar que la última vez que estuvieron fue "durante el pasado verano". Siempre amable con los aficionados cuando le pedían una fotografía, en su mayoría niños, Rakitic disfrutaba de la comida andaluza, "El gazpacho, el solomillo al whisky y los platos combinados eran sus opciones favoritas", dice con desparpajo Domingo, uno de los camareros. 

El futbolista, nacido en Suiza, hablaba castellano "con acento andaluz". Hay incluso quien afirma que fue costalero, debido a unas fotos que difundió en las que aparecía portando un costal sobre la cabeza y ataviado con una camiseta de la Hermandad de Pino Montano, pero nunca se metió bajo un paso, al menos, durante una chicotá. Con la foto buscaba mostrar su apoyo a la hermandad del barrio.

Aunque más de 4.300 kilómetros separan Pino Montano de la capital rusa, el barrio sevillano seguirá este domingo con mucha atención lo que ocurra en el Estadio Olímpico Luzhnikí de Moscú: su vecino adoptivo Ivan Rakitic, el del tercero de la calle Lavanderas, luchará por dar a su otra patria el título del Mundial. 

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