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¿Un resfriado o alergia?

Una joven se suena la nariz en una zona de la ciudad rodeada de árboles.

Una joven se suena la nariz en una zona de la ciudad rodeada de árboles. / D. S.

Desde hace semanas el pañuelo en la mano se ha convertido en un complemento más de los sevillanos. Alergias y resfriados campan a sus anchas y, dado a la similitud de la sintomatología, pueden confundir a aquellos que los sufren. Se estima que las primeras afectan a un cuarto de la población andaluza, pudiéndose incrementar hasta el 50% para 2050, y desarrollan, por lo general, un tipo de congestión nasal que suele ser continuado en el tiempo.

Según un estudio de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el 70% de los pacientes diagnosticados presenta síntomas durante más de tres meses al año. Es más, se estima que en 4 de cada 10 pacientes, tanto niños como adultos, la rinitis alérgica tiene lugar durante todo el año. Por eso, muchas veces "se confunden con los síntomas del resfriado", explica el doctor Jesús Neri, médico de familia del centro de salud Mercedes Navarro de Alcosa.

"La alergia al polen antes se vinculaba casi de forma exclusiva a los meses de marzo, abril y mayo; pero ahora este periodo se ha extendido. Puede aparecer en enero y llegar a junio y, si se mezcla con los ácaros o con lo que comúnmente se llama humedad, puede llegar hasta otoño. Por este motivo, lo que antes se denominaba rinitis alérgica estacional ahora es más continuado", destaca.

Alergias casi todo el año

Para el doctor Neri, hay varios factores detrás de este fenómeno. Por un lado, la mayor proliferación de alergias y circulación de virus tras varios años en los que, a consecuencia de la pandemia del coronavirus, los sevillanos han pasado más tiempo recluidos en sus casas y, en exteriores o espacios públicos, protegidos por el uso obligatorio de mascarillas. "Hemos pasado unos años en los que hemos estado mucho tiempo encerrados en casa y haciendo uso de las mascarillas y así hemos evitado mucha patología respiratoria y, con ello, mucha sintomatología alérgica", explica el doctor.

Por otro lado, las altas temperaturas que se están soportando esta primavera y las pocas lluvias también ha adelantado el inicio de la polinización. Si el tiempo de polinización se alarga, los pólenes permanecen durante más tiempo en el aire. Otra de las razones a las que apunta el facultativo son los contaminantes atmosféricos, especialmente en las ciudades, donde cada vez están más presentes.

Además, desde la Sociedad Andaluza de Alergología e Inmunología Clínica (Alergosur), apuntan a los efectos del cambio climático, el cual está provocando que plantas autóctonas de nuestro ambiente sufran y mueran, siendo sustituidas por otras especies (muchas invasoras) más resistentes a estos ambientes tan hostiles para ellas, favoreciendo la aparición de pólenes más alergénicos y más duraderos en el tiempo.

¿Cómo saber qué tengo?

Con este panorama, y sin contar con datos concretos de afectados en la provincia de Sevilla, lo que sí parece estar claro, según algunos estudios es que, de esos 2,5 millones de andaluces alérgicos, son miles los sevillanos que estornudan por culpa de las gramíneas. Le siguen en orden decreciente la alergia al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria. 

Son las de mayor prevalencia y que provocan, además de estornudos, moco acuoso por la nariz, mal cuerpo general, picor de ojos y lagrimeo, picor o sensación opresiva de garganta, tos o, incluso, asma y, en casos más extremos, disnea respiratoria. Una sintomatología que puede llevar a la población a no saber, realmente, a qué patología se está enfrentando dado a la similitud con procesos catarrales o, incluso, gripales.

"Es cierto que estamos viviendo situaciones en las que mezclamos todas estas patología con, prácticamente, los mismos síntomas. No obstante, aunque por su curso clínico, o banalidad, tienen más o menos las mismas características clínicas, no son iguales", remarca el facultativo.

Una de las claves está en el tiempo. Los procesos gripales suelen durar aproximadamente siete días, mientras que los catarros pueden pasarse en unos tres o cuatro días y la alergia puede tener duración indefinida, siendo más intensas cuanto más en contacto se esté con la sustancia alérgena. Otro facto a tener en cuenta, explica el facultativo, es que "las alergias se suelen manifestar mucho por la noche". "Se produce una cierta caída por la parte de atrás de la nariz de ese característico moco acuoso al estar tumbados, lo que provoca una tos seca y persistente muy molesta", afirma.

El doctor Neri apunta que, además, la gripe va acompañada del dolor articular, la desgana generalizada que puede llevar al enfermo a la cama y que, también, pueden tener un componente entérico, acompañado de vómitos o diarrea.

Entre alergia y catarro, el facultativo indica que ambas se caracterizan por un cuadro respiratorio, acompañado de picor de ojos y estornudos. "En medicina hablamos que los estornudos que se repiten, entre cuatro o siete, son signos de la congestión alérgica, mientras que cuando los estornudos se deben a un catarro o resfriado común no tan continuados", argumenta. "Son patología que cursan con la misma sintomatología y que pueden confundirse, pero son absolutamente diferenciables", apostilla Jesús Neri, que, asegura que, en estos momentos, por sus consultas pasan, sobre todo, cuadros catarrales y alérgicos, habiendo dejado ya atrás los virus gripales. 

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