El reto de conseguir una entrada para la final de la Davis

Si la RFET se decanta por el Estadio Olímpico, los aficionados lo tendrán más fácil para presenciar los encuentros, pero la venta por internet convierte en afortunados a los compradores.

Nadal abrió las semifinales de la Copa Davis, disputada en Córdoba, con una cómoda victoria ante el francés Gasquet.

Foto: AFP
Nadal abrió las semifinales de la Copa Davis, disputada en Córdoba, con una cómoda victoria ante el francés Gasquet. Foto: AFP
Sebastián Fest (Dpa) / Madrid

03 de octubre 2011 - 15:42

La compleja decisión acerca de la sede de la final se despejará en breve, pero más allá de la batalla entre los jugadores, la gran dificultad en la definición de la Copa Davis entre España y Argentina pasará por otro lado, porque conseguir una entrada será un milagro para los aficionados.

En foros de Internet, en llamados y mails a sus amigos y parientes residentes en España, un aluvión de argentinos apunta a lo mismo: "No me quiero perder esa final ¿Cómo consigo una entrada?".

Y la respuesta es desalentadora tanto para los argentinos como para los españoles, porque aquel que obtenga una entrada para los tres días de la final, del 2 al 4 de diciembre, será, sin dudas, protagonista de una pequeña hazaña.

Las entradas disponibles serán muy pocas, y se esfumarán en instantes. Tras cumplir sus compromisos con los siete patrocinadores oficiales de la Davis, otras instancias y ceder el 10% de las entradas a cada país, quedará aproximadamente la mitad de las localidades disponibles, entre 6.000 y 7.500, dependiendo de donde se juegue.

Si la sede fuera Sevilla, como en la final de 2004, que se jugó ante 27.000 personas en un sector del estadio de fútbol de La Cartuja, las entradas disponibles para la venta serían más, pero así y todo insuficientes para satisfacer la demanda de españoles, argentinos y el resto del mundo.

No es exagerado decir que Argentina es uno de los países más apasionados por el tenis en todo el mundo, un país, además, que ansía ganar la Davis, en la que perdió tres finales.

Entre los muchos argentinos dispuestos a viajar a España para ver la final, y los cientos de miles que ya residen en el país europeo, la presión será enorme.

Lo mejor que podrán hacer será instalarse frente a una computadora para intentar comprar entradas en el exacto instante en que se pongan a la venta. Las experiencias anteriores, con la empresa Ticketmaster como comercializadora, fueron decepcionantes para muchos aficionados. "Para la semifinal ante Francia en Córdoba vendimos todas las entradas en 20 minutos, pero para la semifinal de 2009 con Estados Unidos en Madrid, los tickets volaron en apenas cinco", recordó un miembro de la Federación Española de Tenis (RFET).

La otra esperanza para los aficionados pasa por el 10% de las entradas que, por reglamento, corresponde a cada federación nacional. La Asociación Argentina de Tenis (AAT) puede intentar elevar ese porcentaje, pero nada le garantiza el éxito en sus negociaciones con la RFET.

Y de esas entradas, un porcentaje importante irá a compromisos comerciales de la misma AAT, dirigentes y jugadores. Lo que sobre, será para los aficionados.

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