El servicio de transmisiones de la Policía Local vuelve a caerse por fallos del sistema

El Sindicato de Policía Local de Sevilla (SPLS) ha denunciado nuevos fallos en el servicio de transmisiones de este cuerpo de seguridad que han provocado que el sistema vuelva a caerse durante dos horas y que los agentes tengan que suplir esta carencia comunicándose entre ellos con sus propios teléfonos móviles. Los hechos sucedieron el domingo pasado día 11 de septiembre.

Desde el gobierno local, el delegado de Seguridad y Movilidad, el socialista Juan Carlos Cabrera, admitió ayer a preguntas de este periódico que el sistema de transmisiones está fallando, aunque calificó los fallos como "pequeñas interrupciones por la tecnología".

El concejal dijo que estas incidencias se deben a "una deficiencia técnica que vamos a intentar mejorar", ya que explicó que el sistema es compartido por varios servicios municipales, no sólo por la Policía Local. Para solucionarlo, Cabrera declaró que su área ha comenzado la redacción de un proyecto para implantar un nuevo centro de control en la sede policial de La Ranilla que únicamente sea utilizado por la Policía Local. Respecto a los plazos, el edil no supo precisar cuándo estaría operativo.

Los constantes fallos del sistema de transmisiones de la Policía Local son denunciados por el Sindicado de Policía Local de Sevilla (SPLS) cada vez que se producen. El sindicato ha llegado a presentar denuncia ante el Ministerio de Empleo y Seguridad Social contra el Ayuntamiento de Sevilla por "el deficiente funcionamiento del sistema de transmisiones empleado en la Policía Local de Sevilla para la comunicación entre los agentes que prestan servicio en la vía pública y de estos con la central y viceversa".

El sindicato recalca en su denuncia que, "al ser el único sistema de comunicación, es de vital importancia su correcto funcionamiento para preservar la seguridad e integridad física de los Policías Locales en todo momento y lugar. No podemos olvidar que se trata de un servicio que atiende las emergencias en la ciudad", explica. Y alude, además, al "riesgo laboral" que supone para los agentes el "defectuoso y a veces nulo" funcionamiento del sistema de transmisiones por la posibilidad real de que un policía sufra un daño derivado del mal funcionamiento del equipo.