Los sevillanos ganan mil euros menos al año tras estallar la crisis
La provincia pierde casi 90.000 asalariados desde 2008. Hasta 2014 no se ha producido cierta recuperación, aunque los sueldos continúan a la baja.
La crisis ha empobrecido el nivel de vida de los sevillanos. Las cifras demuestran una tendencia que llevará tiempo cambiar, pese a que los economistas defiendan el inicio de un nuevo ciclo. Los bolsillos han dejado de percibir al año una media de mil euros, aunque, claro, en esta aseveración existen muchos matices. Mientras aumenta el número de ciudadanos que viven con la mitad del salario mínimo interprofesional (SMI), merma a gran escala el de los que ganan sueldos elevados, un grupo más reducido pero cuyos ingresos han crecido. La mordida ha afectado a casi todas las actividades y especialmente a los trabajos desempeñados por hombres, que partían con ventaja respecto a las mujeres en cuanto a cifras de asalariados. El deterioro del mercado laboral conlleva un aumento de la economía sumergida, que se ha convertido en el sostén financiero de numerosas familias.
El turismo y el comercio se recuperan. Sirvan los datos del último trimestre para constatar una mejoría consolidada desde 2014. Se compra más y los hoteles rozan el lleno. Dos síntomas claros de los ansiados brotes verdes que tanto han tardado en verse. Sin embargo, dicho optimismo no se corresponde con un poder adquisitivo más alto por parte de la ciudadanía. Todo lo contrario. El reciente informe de la Agencia Tributaria sobre salarios -los datos más actualizados son del pasado ejercicio- verifica que el poder adquisitivo de los sevillano se ha reducido un 6,6% en seis años. Para comprobar este declive hay que remontase a 2008, año en que estalla la crisis. En la provincia había entonces 819.309 personas cotizando. En 2014 esta cifra ha pasado a los 729.460. Es decir, 89.849 asalariados menos. Al margen de los cambios demográficos (la bajada de la natalidad aún no incide en la población activa), el aumento del paro resulta más que evidente en estas cifras hasta suponer la principal razón del descenso del 11% de afiliados.
Si se sigue la cronología, desde 2008 no se ha vuelto a superar la barrera de los 800.000 asalariados. La bajada más destacada se produjo entre 2011 y 2012, con la pérdida de más de 30.000 afiliados. Se corresponde dicha merma con el periodo más crítico de la crisis. Hubo que esperar al año pasado para que los números remontaran tímidamente. Así, en 2014 se produjo un leve incremento del 1,22% en los asalariados sevillanos. Sin embargo, este pequeño repunte va en disonancia con los salarios, que continúan a la baja. En 2008 un sevillano ganaba de media 16.638 euros al año. El récord en este periodo se marca en 2009, con 16.685 euros. A partir de entonces comenzaría una caída en picado que, por ahora, no conoce freno. El principal descenso se produjo, de nuevo, entre 2011 y 2012, con una merma cercana al 4% en solo doce meses. El último dato reduce el sueldo medio a 15.580 euros anuales. Por tanto, si se toma de fecha de partida 2009, los sevillanos han dejado de percibir durante este periodo 1.105 euros al año. Una cantidad bastante importante que evidencia el empobrecimiento de un mercado laboral en el que abundan, cada vez más, los contratos temporales por encima de los fijos.
Esta transformación también tiene su incidencia en la comparativa por sexos. Antes de que la crisis se hiciera palpable, en la provincia había 468.315 varones afiliados, cantidad que en 2014 se redujo un 14% hasta llegar a los 402.633. Más acusada resulta aún esta bajada si se atiende al salario anual percibido. En 2008 el sueldo ascendía a 19.341 euros anuales. El año pasado estos ingresos no superaron de media los 17.627 euros. Por tanto, no sólo se pierden afiliados, sino que el salario merma un 8,8% al dejar de ingresar más de 1.700 euros al año. En el caso de la mujer sevillana, este detrimento ha sido más suave, algo lógico si se tiene en cuenta que partía en desventaja respecto al hombre. Hace siete años, en la provincia había 350.994 mujeres asalariadas, cantidad que en 2014 se quedó en 326.827, casi un 7% menos. Los salarios ganados por ellas, por contra, se han mantenido casi igual, incluso han registrado un pequeño repunte (de 13.032 a 13.058 euros anuales). Aun así, continúan por debajo del conseguido por los hombres, con una diferencia de más de 4.500 euros al año.
La comparativa por tramos de edad constituye, de igual modo, un fiel espejo de las nefastas incidencias de la crisis. Uno de los grupos en los que las consecuencias más se han hecho notar es el comprendido entre los 18 y 25 años, donde el número de asalariados ha pasado en seis años de los 121.919 a los 66.404, casi la mitad. Los sueldos de los más jóvenes también se han visto empequeñecidos. De los 7.478 euros anuales de entonces a los 4.520 de ahora. Cantidad que si se divide en 14 pagas supone una ganancia mensual que apenas supera los 320 euros, muy por debajo del salario mínimo interprofesional (SIM). En el de los ciudadanos con edades entre los 26 a 35 años también se ha hecho notar dicho descenso (de 255.458 a 192.135 afiliados). A partir de los 36 años el número de asalariados ha aumentado levemente, aunque no ha ocurrido así con sus nóminas, que han menguado. Por ejemplo, un sevillano de 40 años ganaba 18.687 euros al año en 2008, unos ingresos que se han reducido en más de 2.000 euros con la crisis.
Reflejo del empeoramiento del nivel de vida en la provincia son los datos sobre el nivel de renta de los sevillanos. Para ello, hay que irse a los dos extremos de la tabla. En 2008 existían 185.241 personas que cobraban un sueldo anual que no alcazaba ni la mitad del SIM, con unos ingresos medios de 1.760 euros. Ahora este colectivo se ha ampliado hasta los 227.235 (un 22,67% más) con un salario que apenas ha subido hasta los 1.778 euros. Ello supone que hay sevillanos -si se distribuye tal cantidad en 14 pagas- viviendo con 127 euros al mes, una cantidad tan pírrica que hacer ver a las claras que en la provincia existen muchas familias que se mantienen gracias a la economía sumergida, una actividad que escapa al control de la Agencia Tributaria. En el lado opuesto se encuentran los que cobran 10 veces el SMI (establecido en 645,30 euros en 2014). Este grupo ha sufrido una considerable merma. De 5.483 ha pasado a 2.959 (un descenso del 46%). Sin embargo, sus ingresos sí han subido. De ganar 131.032 euros a 143.498, un aumento del 9,5%. La crisis, por tanto, deja un panorama en la provincia donde son más los que declaran ingresos mínimos (el 31% de los asalariados sevillanos) y se reduce el grupo de los que logran las rentas más altas ( el 0,4% de los afiliados), que, eso sí, ganan ahora más que antes.
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