"Un socio del Labradores fue el único que le ganó a Fischer"

UN apellido catalán y otro vasco, como los orígenes de la Feria de Sevilla. De aquella época es el Círculo de Labradores, cuyos 150 años de historia en el deporte ha recorrido en un libro Miguel Rovira Zabalgoitia (Madrid, 1967).

-¿Remaba en Madrid?

-Allí sólo nací. Mi padre es de Barcelona, hijo de donostiarra, y mi madre de Bilbao, donde voy todos los veranos. Allí nacieron mis hermanas Itziar y Ainhoa y tenemos casa en las Encartaciones, entre Balmaseda y Amurrio.

-¿Cómo empieza a remar?

-En 1976 llegamos a Sevilla y lo primero que hace mi padre es apuntarme a la Escuela de Remo Sevilla. En su juventud veía remar a los remeros del Real Club Mediterráneo de Barcelona.

-¿Dejó Sevilla cuando lo hacen seleccionador nacional de remo?

-No, porque la base de operaciones en invierno la teníamos aquí, en el Centro de Alto Rendimiento de la Cartuja. En verano trabajábamos en Bañolas, Gerona.

-El arquitecto Vázquez Consuegra, al defender su proyecto para las Atarazanas, ha dicho que Sevilla vive de espaldas al río...

-Para nada. No sé en qué se basa ese arquitecto para decir eso. Los pueblos que baña el río no sé pero Sevilla sí aprecia al río. La ciudad se lo debe todo al Guadalquivir. Así ha sido siempre salvo cuando Cádiz cogió el monopolio del comercio con América. La nueva esclusa, que se inaugura muy pronto, será la quinta más importante del mundo.

-¿Estudió Biológicas por el río?

-Quería hacer Educación Física, pero había que irse a Granada o a Madrid, y ni me apetecía ni podía, porque ya estaba entrenando. Estudié Biología, porque era la más cercana a la fisiología, al rendimiento muscular y celular.

-En su historia del Labradores, ¿hay muchos condes y duques?

-La gente que le atribuye al Labradores un estilo social unilateral se equivoca. La visión del señorito está desfasada. Es una amalgama de procedencias y dedicaciones. Sin olvidarnos de que en el origen del deporte eran las élites las que lo practicaban.

-Debe ser la única Federación que escribe Estadio de la Cartuja.

-Porque Sevilla no tiene ningún estadio olímpico. Desgraciada o afortunadamente.

-En su libro aparece López Torrontegui, de la delantera stuka...

-Cuando dejó el fútbol, se convirtió en un mecenas, un factótum del remo, que practicó de joven.

-Uno de sus logros ha sido reunir en la Gran Regata Internacional a Oxford, Cambridge, Yale y Harvard. Cuatro Erasmus en uno.

-La Oxford-Cambridge es el desafío más antiguo del deporte moderno. La primera fue en 1829. La primera Harvard-Yale en 1852. Un amigo de Boston me abrió las puertas de estas dos universidades. Las británicas ya habían competido en Sevilla.

-¿Qué le ha sorprendido más de la historia del Labradores?

-La cantidad de información que se perdió de los archivos por los asaltos e incendios que sufrió en la República y antes de la guerra.

-Imagine un cartel con personajes de este libro...

-Eugenio Gómez, un socio del Labradores que derrotó a Bobby Fischer en la única partida que perdió en todas las simultáneas que disputó en España un año antes de ganarle a Spassky. Pedro Abreu, un mecenas cubano al que secuestró la ETA y tras su liberación se fue a vivir a Suiza. Carlos Welton, que aparece remando en la portada. Pertenecía a las familias británicas afincadas en Sevilla, vinculadas con la empresa de aguas o con una naviera que importaba naranjas amargas.

-¿Habrá remeros sevillanos en Londres 2012?

-Espero que sí. En el libro planteo un paralelismo entre Londres y Sevilla. Dos ciudades de interior con puerto fluvial, que tienen en el Támesis y el Guadalquivir los ejes vertebradores de su economía. El Labradores se funda en 1859, el mismo año que Dickens publica Historia de dos ciudades.