La actual ordenanza de veladores es la causante de la multiplicación de las terrazas. Así lo confirman los técnicos de la Gerencia de Urbanismo que se han encargado de elaborar el informe de la Avenida de la Constitución y la calle San Fernando propuesto por la comisión creada para controlar la ocupación de la vía pública por los negocios hosteleros.

Los expertos recuerdan que el tramo comprendido entre al Plaza Nueva y la calle Almirantazgo está incluido dentro la zona acústicamente saturada (ZAS) del Arenal. Sin embargo, tal denominación no ha supuesto ningún impedimento para la proliferación de las terrazas los últimos años. El motivo de este tsunami no es otro que la misma normativa que los regula. "Hasta la entrada en vigor de la ordenanza reguladora de terrazas de veladores, aprobada definitivamente por el Pleno del Ayuntamiento en sesión celebrada el 1 de abril de 2013, tan sólo algunos establecimientos tenían concedida licencia de terraza de veladores", refieren los técnicos en el informe. A continuación explican que "con la entrada en vigor de la citada ordenanza se permite la instalación de terrazas de veladores, con horario limitado a las 23:00, en zonas acústicamente saturadas de ruidos a establecimientos que hasta entonces se les venía denegando en aplicación de las anteriores ordenanzas".

Durante el mandato de Zoido el número de veladores casi rozó los 14.000, una cifra que reporta ingresos nada despreciables para unas arcas municipales bastante diezmadas a consecuencia del desplome inmobiliario. A falta de ladrillo, los veladores suponen una grata inyección económica, eso sí, a costa del dominio de la vía pública.

Desde la llegada de Espadas a la Alcaldía, el actual estado que presenta la Avenida de la Constitución ha salido a la palestra por boca del delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, quien ha lamentado su aspecto. Las asociaciones conservacionistas han criticado que dicho lamento no haya venido acompañado hasta ahora de alguna intervención. Las licencias concedidas para esta vía permiten la instalación de 105 mesas y 363 sillas, una cifra bastante elevada, pero con cobertura legal. Éste es el problema al que se ha enfrentado el gobierno socialista, la validez de las licencias, que ahora tendrá que reducir.

Pero no sólo se trata de la ocupación de los veladores, sino de la instalación de expositores, mobiliario publicitario y toldos que ofrecen una imagen poco digna de una arteria donde se encuentran la Catedral, el Archivo de Indias y edificios BIC de máxima protección. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) prohíbe el uso de expositores y soportes publicitarios en el conjunto histórico. La ordenanza municipal de publicidad limita este soporte en el centro al mobiliario urbano diseñado para tal fin. Tan sólo se trata, pues, de hacer cumplir la normativa.