El tráfico de drogas se ha disparado en Sevilla en 2021. Así consta en el balance de criminalidad que cada tres meses publica el Ministerio del Interior, y que en esta ocasión corresponde al periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de septiembre. En los nueve primeros meses del año en curso, la Policía Nacional y la Guardia Civil registraron 215 delitos relacionados con la venta y distribución de estupefacientes. Esta cifra supone un crecimiento del 48,3% en relación con el mismo periodo de 2020, cuando se contabilizaron 145 casos.

Buena parte de culpa de ese repunte la tienen los cultivos de marihuana, que en los últimos años han colonizado bloques enteros de barrios como el Polígono Sur, Torreblanca o Su Eminencia, entre otros. No sólo se han encontrado plantaciones en viviendas, sino también en garajes, locales comerciales o naves industriales. Esta explosión de la marihuana tiene su explicación por el auge que ha experimentado el consumo de cannabis en toda Europa. De hecho, la gran parte de las plantas que se crían en Sevilla, y en otras ciudades españolas, se terminan fumando en países como Alemania o Suecia, donde se venden a un precio hasta ocho veces superior al de aquí.

Los datos de Sevilla capital son muy superiores a los de la provincia, donde el repunte fue del 27,3%. Y mucho más aún que en la media de Andalucía, donde la subida del tráfico de drogas fue del 6,7%, y de España, donde estos delitos crecieron un 10,2%. Ahora bien, esta subida de las estadísticas no siempre ha de interpretarse de manera negativa. En el preámbulo del informe, Interior explica que el aumento del tráfico de drogas "está muy relacionado con la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".

El Ministerio detalla la existencia de planes específicos de la lucha contra los estupefacientes, como el que existe en el Campo de Gibraltar, y aclara que "en este fenómeno delictivo se producen muy pocas denuncias". Es decir, la subida de los delitos relacionados con los narcóticos responde claramente a una mayor actividad policial. En el caso de Sevilla, muy afectada por las plantaciones indoor de marihuana, la Jefatura Superior de Policía decidió cambiar de estrategia y dedicar un grupo de la Udyco a la lucha en exclusiva contra el cultivo y distribución de cannabis. Esa presión policial empieza a reflejarse en las estadísticas. 

Mientras el tráfico de drogas sube con fuerza, el resto de los delitos se mantiene en unos niveles bastante aceptables, incluso muy bajos en comparación con otras capitales. De momento, 2021 es el año que tiene mejores estadísticas de criminalidad del último lustro. En los primeros nueve meses se registraron en la capital andaluza 27.459 delitos, una cifra prácticamente similar a la del mismo periodo del año anterior. Entre enero y septiembre de 2020 hubo 27.605, con lo que en 2021 ha habido una leve bajada del 0,5%. En la provincia sí hubo una pequeña subida del 2%. Esto es todo un éxito, teniendo en cuenta que 2020 fue un año con confinamientos, toques de queda y restricciones de movilidad, y a menos gente en la calle y menos comercios abiertos, menos robos.

Robo mediante alunizaje en una tienda de bicicletas.

Así, los robos con violencia e intimidación bajaron un 7% y los robos con fuerza un 27,9%. Entre estos, los asaltos a domicilios decrecieron especialmente, con una caída brusca del 30,6%. Esto se explica principalmente porque en los primeros meses del año hubo confinamientos perimetrales y los ciudadanos no podían hacer viajes o marcharse a segundas residencias, dejando así sus casas vacías durante periodos prolongados. Los robos de vehículos también bajaron un 8,6%, aunque se han disparado las sustracciones de catalizadores, piezas del tubo de escape que contienen metales preciados como rodio, paladio y platino.

La única modalidad de delitos contra el patrimonio que subió fueron los hurtos, que lo hicieron en un 8,5%. Estas son las infracciones más comunes en Sevilla, y el repunte se explica sobre todo por la vuelta paulatina del turismo y por la mayor presencia de público en las calles. Los carteristas suelen aprovechar los momentos más concurridos y tratan de escoger a sus víctimas entre los turistas extranjeros. En los primeros nueve meses del año hubo 8.344 hurtos, por los 7.688 del mismo periodo de 2020.

Otro conjunto de delitos que crecen, y lo hacen siguiendo una tendencia ascendente en los últimos años, son los que afectan a la libertad e indemnidad sexual. Hubo en Sevilla 198 casos de este tipo, lo que supone un crecimiento del 5,3%. Sin embargo, los asuntos más graves, es decir, las violaciones, cayeron un 18,2%. Se registraron nueve agresiones sexuales con penetración entre enero y septiembre de 2021, por 11 del año pasado. 

Interior aclara que el incremento de delitos sexuales "debe ponerse en relación con las activas políticas de concienciación social que han provocado una mayor disposición de las víctimas a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, reduciendo de esta forma los niveles de infradenuncia que pueden existir en estos tipos penales". Esta mayor conciencia de las mujeres a denunciar fue sobre todo a raíz del caso de la Manada, que supuso un efecto revulsivo a la hora de judicializar situaciones de abuso que antes no se denunciaban. 

Homicidio en Pino Montano.

También subieron los homicidios y asesinatos consumados, que pasaron de 2 a 5. Es un repunte muy amplio porcentualmente, pero irrelevante porque parte de cifras muy bajas. En Sevilla hubo el homicidio de un hombre durante una reyerta en San Jerónimo en el mes de febrero, el de una mujer discapacitada en Pino Montano en mayo, el de un ciudadano marroquí apaleado por una cuestión relacionada con el tráfico de drogas en Madre de Dios ese mismo mes, el de un hombre al que atropellaron tras robarle un bolso en la Buhaira y murió después en el hospital, en julio, y un crimen machista en el Cerro del Águila en agosto.

Otro delito muy grave es el secuestro. Hubo dos casos en Sevilla en los primeros nueve meses de 2021, mientras que en 2020 no hubo ninguno. En la provincia hubo cuatro. Varios de ellos estuvieron relacionados con la actividad de la banda liderada por el ex ultra Manuel Herrera, dedicada a la extorsión y al cobro de deudas.

El balance del Ministerio del Interior incluye datos de todas las localidades con más de 20.000 habitantes. Al ser municipios más pequeños, y la cifra de delitos de la que se parte muy inferior a la de la capital, se dan porcentajes más elevados. Es el caso de Mairena del Alcor, con una subida de la criminalidad del 34%; Bormujos, del 31%; Lebrija, del 27%; o La Rinconada y Coria del Río, del 20%.