El último pleno en Semana Santa

No hay pleno desde 2001. La ciudad lleva demasiados años sin vivir una Semana Santa con todas las cofradías en la calle. José Joaquín León fue tajante en las páginas de Diario de Sevilla a la hora del balance de aquel último año feliz: "Ha sido una Semana Santa como para repetirla todos los años con pocas variantes". No hubo que mirar al cielo ningún día, salieron todas las cofradías y la Madrugada fue más cómoda que nunca en las calles como consecuencia de la resaca de los sucesos del año anterior. Una Semana Santa en la que se recuperaron las proporciones en todos los sentidos. Como anécdota, sólo cabe apuntar que el de 2001 fue el año de la confirmación de las rosas como exorno de los palios en detrimento del clavel. La típica conclusión de cada Semana Santa con la que sueña todo capillita a falta de incidencias meteorológicas.

La Semana Santa de 2002 arrancó espléndida y evolucionaba por los cauces deseados hasta que un chaparrón fastidió el Jueves Santo con consecuencias nefastas. Los Negritos, la Exaltación, las Cigarreras, Montesión, Pasión y el Gran Poder no hicieron su estación a la Catedral. Lo peor es que, si hubieran salido, ninguna de ellas se hubiera mojado. La Semana Santa quedó definitivamente rota.

El balance no pudo ser peor en 2003. Hasta 24 cofradías se quedaron sin pasar por la carrera oficial como consecuencia de la lluvia: un 42% de la nómina. Las jornadas afectadas fueron el Domingo de Ramos, el Lunes Santo, el Martes Santo -en el que sólo salió y completó su recorrido la Bofetá- y el Domingo de Resurrección.

Y de desastre en desastre. La lluvia truncó el Jueves Santo de 2004 a la hora clave y frustró una Madrugada en la que sólo salió la Esperanza de Triana. Para colmo, el Viernes Santo se registraron precipitaciones de 70 litros a la hora en algunos barrios de la ciudad. Por fortuna, el Sábado Santo se pudo disfrutar del Santo Entierro Grande.

La de 2005 acabó con 16 cofradías inéditas. Fue una Semana Santa no sólo rota por la lluvia, sino marcada por un frío que dio lugar a vientos gélidos la tarde del Sábado Santo, poniéndole un halo de tristeza al final de una nueva Semana Santa diezmada.

En 2006 mejoró el balance, pero el Viernes Santo estuvo nuevamente gafado, dejando seis cofradías inéditas y una mojada en la calle. La Semana Santa de 2007 pasó sin que se viviera ninguna jornada tranquila. En todas hubo sobresaltos. El Señor de la Victoria se mojó el Domingo, siete cofradías del Martes se quedaron sin alcanzar la Catedral, el Cristo de la Sed soportó una breve granizada el Miércoles, cinco cofradías del Jueves ni salieron, la Madrugada fue de auténtica pulmonia, el Viernes resultó nuevamente aguado y el Sábado sólo salieron los Servitas y la Soledad. En total, 17 cofradías no pudieron cumplir con sus estaciones de penitencia. De las 45 que apostaron por salir, cinco no pasaron ni de la carrera oficial (Cerro, Dulce Nombre, Candelaria, Santa Cruz y el Cachorro). Y la lluvia dejó en sus templos a 12 cofradías el pasado año: las nueve del Miércoles y las tres primeras del Jueves. Y con cuatro pasadas por agua: todas las del Sábado Santo.

El meteorólogo sevillano José Antonio Maldonado, hermano de la Soledad de San Lorenzo, recuerda que la inestabilidad marca los meses de marzo y el de abril casi al completo. En principio, se supone que la próxima Semana Santa (5 de abril) debería ser mejor que la última (16 de marzo), pero nada lo garantiza: "En teoría tendría que tener más horas de sol y, por lo tanto, ser más templada, pero todo puede pasar, porque todo lo que acontezca entre marzo y abril está sujeto a grandes inestabilidades. Nada más se puede pronosticar por el momento. Técnicamente es imposible. Lo que sí podemos afirmar es que sería completamente anormal que hiciera un frío de invierno, pero tampoco eso supone que no vaya a hacer frío por las noches. ¿Quién no recuerda Madrugadas frías, incluso recientes, o tener frío cualquier noche de Semana Santa en las sillas?"