El 17 de mayo de 2011, cuando sólo faltaban cinco días para las elecciones municipales, el Ayuntamiento de Sevilla convocaba a los medios de comunicación para presentar la nueva unidad ciclista de la Policía Local. Cuando los periodistas llegaron a la comisaría del distrito Macarena, donde estaban citados, se encontraron con una de las ruedas de prensa más surrealistas de los últimos años. El entonces jefe del cuerpo y un agente uniformado mostraban a los medios de comunicación una bicicleta y explicaban que aquello sería el germen de la unidad.

El nuevo grupo no tenía agentes asignados, su sede estaba en obras y se desconocía cuándo iba a empezar a funcionar. No había uniformes especiales encargados ni una relación de puestos de trabajo (RPT) que diera cobertura legal a la unidad. Sólo había ocho bicicletas que fueron compradas cuatro años atrás y que habían permanecido todo ese tiempo almacenadas en la Jefatura de la Policía Local, por entonces todavía en la isla de la Cartuja.

Cinco días después cambió el gobierno. Juan Ignacio Zoido arrasó en las elecciones municipales y el proyecto de unidad ciclista se fue enterrando, si es que alguna vez estuvo vivo. Nadie del gobierno local ni de la Policía quiere todavía, tres años después, darlo por muerto, pero los hechos hablan por sí mismos y no hay ninguna intención de constituir una unidad ciclista en el momento actual.

El primer delegado de Movilidad y Seguridad de la era Zoido, Demetrio Cabello, apuntó en una de sus primeras comparecencias que veía con buenos ojos la creación de una unidad de este tipo, pero que en aquel momento no lo contemplaba como una prioridad. La Policía Local tenía unas necesidades más urgentes, inmersa como estaba en la mudanza a la nueva Jefatura, que seguía -y sigue- careciendo de un centro de control. Cabello aseguraba que había visto unidades ciclistas en otras ciudades españolas y que le gustaba la idea de crear una en Sevilla, porque, además de vigilar los más de 130 kilómetros de carril bici que existen y los parques, era una forma de mejorar la imagen de la Policía.

En España son cada vez más las ciudades que tienen estos grupos de agentes en bici. En Andalucía, por ejemplo, Cádiz la estrenó hace un año y Málaga hace dos. En los países de Europa con mayor tradición ciclista, como Bélgica y Holanda, estas unidades existen desde hace años. En una ciudad como Sevilla, la cuarta mejor de Europa para moverse en bicicleta, policías en bici encajarían perfectamente.

De aquellas declaraciones de Demetrio Cabello han pasado tres años y la respuesta del Ayuntamiento cuando se le pregunta por la unidad ciclista sigue siendo la misma: "No es una prioridad". Las obras que en el mandato anterior se encargaron en el antiguo quiosco Al Sur, en los Jardines de Murillo, se paralizaron. A día de hoy, el edificio sigue igual de abandonado que hace unos años, pero ahora será destinado a albergar el Centro Integral de la Bicicleta. Las ocho bicicletas, que costaron más de mil euros cada una, siguen, que se sepa, almacenadas en las dependencias de la Jefatura. El tiempo dirá si volverán a ser desempolvadas para vender un proyecto inexistente poco antes de unas elecciones.