Los policías que se rebelaban contra las prácticas ilícitas de algunos agentes y mandos de la unidad de Motoristas sufrían las represalias del "entorno mafioso que dominaba la unidad", según consta en el sumario. El informe elaborado por el grupo especial (Gepol) que investigaba el presunto cohecho explica que "determinados policías y mandos son conscientes, participan y toleran" el cobro irregular de la tasa municipal por transportes especiales y por la presencia policial para cortes de calles.

"Existe cierta organización y sistema en esta práctica, todo ello sin las debidas autorizaciones y cobrando dinero por ello", continúa el atestado del Gepol, que además apunta a la posibilidad de que exista una "contabilidad paralela para llevar a cabo estos cobros al margen de la lícita actividad de la administración pública". Este informe explica que varios agentes de la unidad de Motoristas enviaron "denuncias formuladas de forma anónima por temor a posibles represalias del entorno mafioso que domina dicha unidad y que goza de la cobertura de algunos superiores que los amparan, puesto que realizaron la respectiva denuncia a sus jefes, los cuales hicieron caso omiso".

El atestado continúa indicando que algunos mandos del grupo "manipulan los estadillos de servicio beneficiando y facultando a determinados policías cómplices para realizar los mencionados servicios extraoficiales con las empresas que se mencionan", en referencia a la trama organizada para escoltar transportes de mercancías especiales cobrándoles un canon a determinadas empresas sin que el Ayuntamiento ingresara la tasa correspondiente a la ordenanza que regula estas actividades.