Los veladores suponen unos ingresos para el Ayuntamiento superiores a los 300.000 euros en concepto del cobro de las correspondientes tasas. Hasta 706 negocios pidieron solicitud el pasado año para la instalación de algún velador. En total, se expedieron permisos para 7.823 mesas. La tarifa por ocupación de la vía pública oscila entre los 4,23 y los 19,54 euros por cada velador, en función de la categoría de la calle de la que se trate. Obviamente, el casco antiguo es la zona de la ciudad más cotizada. Pese al volumen económico que generan los veladores, Sevilla es la única gran ciudad sin una ordenanza específica para veladores. Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao cuentan con una normativa concreta, mientras que en Sevilla se conceden las licencias en virtud de un acuerdo interno aprobado por Urbanismo para 2008, pero que sigue vigente.

Actualmente existe un grupo de trabajo dedicado a la elaboración de una normativa específica para veladores. La previsión es que el texto esté listo el próximo octubre, según confirmó ayer el vicepresidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Antonio Palomino. Esta ordenanza debe regular aspectos como la posibilidad de delimitar físicamente la zona de vía pública destinada a la terraza de un negocio particular, o la opción de obligar a una estética homogenea en los negocios ubicados en el casco antiguo. A este respecto, la ordenanza de Valencia es la más exigente, pues establece ocho modelos distintos de mesas, sillas y otros elementos -como las sombrillas -, que quedan restringidos a tres cuando se trata de las calles de la zona monumental.

Las licencias en Sevilla se conceden de acuerdo con una normativa aprobada por la comisión ejecutiva de Urbanismo que no ha pasado por la aprobación del Pleno municipal. El caso de la Avenida de la Constitución, la Puerta de Jerez y la calle San Fernando -zonas peatonales para las que existen unas directrices especiales- es excepcional. La norma que regula los permisos para veladores es breve, pues sólo tiene 9 puntos frente a los 58 de la de Madrid, y no profundiza en muchos detalles. Entre los requisitos, llama la atención que las solicitudes deben ir acompañados de un escrito de los vecinos en el que conste expresamente que no existe oposición de los residentes de la zona a la iniciativa.

La norma vigente para Sevilla es la más dura con el ruido, pues es la única que prohíbe de manera tajante las terrazas en las zonas saturadas. Aún así dicta una excepción y deja abierta la posibilidad a la instalación de veladores en zonas que han sido recientemente peatonalizadas, como la Plaza Nueva, la Avenida de la Constitución, la calle San Fernando, la Alameda de Hércules y la Plaza de la Alfalfa, "así como aquellas otras zonas que se vayan incorporando al proceso de peatonalización como consecuencia de la modificación de su estructura urbana".