Sólo tres días después de la llegada del otoño, Sevilla se olvida de la nueva estación y los termómetros empezarán este lunes a escalar hasta llegar a superar los 35 grados a mediados de semana. Se trata de un fenómeno atmosférico habitual en esta época del año y que se conoce, popularmente, como el veranillo de San Miguel -festividad que se celebra este viernes 29 de septiembre- y que coincide con un repunte del calor.

Este último coletazo del verano, que también se conoce como el veranillo del membrillo, puesto que es en estas fechas cuando comienza la recolección de esta fruta y, cuando también hace un calor más parecido al estío que al propio otoño, llegará este lunes a la provincia sevillana. Aunque la mañana de lunes ha amanecido fresca, teniendo en cuenta que las temperaturas mínimas se van a mantener por debajo de 20 grados, la escalada del mercurio será progresiva a medida que avance la semana. Es más, según las previsiones que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a partir del jueves las máximas se dispararán, incluso, por encima de los 35 grados. El lado negativo de esta predicción es la ausencia completa de la tan necesaria lluvia, que sigue sin llegar.

Así las cosas, para este lunes 25 de septiembre Meteorología prevé una temperatura mínima de 16 grados, mientras que la máxima se irá hasta los 33 grados, una temperatura más propia del verano que de la estación otoñal. Así se va a mantener hasta el miércoles y será el jueves 28 cuando se alcance una máxima con 36 grados. Un valor que se repetirá a lo largo del fin de semana. En el caso de las mínimas previstas durante todo el próximo fin de semana en Sevilla, se moverán entre los 18 y 19 grados en el conjunto de la provincia, lo que dejará un ambiente cálido durante todo el día.