La plantilla del Sevilla ha regresado en la tarde de este lunes a los entrenamientos en la ciudad deportiva después de un largo fin de semana de descanso debido al parón por los partidos internacionales de selecciones. Todavía no han regresado a la disciplina del Sevilla los once futbolistas que tiene el club repartidos por distintas áreas geográficas, incluidas América, de donde llegarán los últimos los argentinos. Marcao, como era previsible, sigue al margen del grupo con su recuperación.

Lo más destacado del inicio de la sesión, que se ha retrasado sobre la hora prevista, ha sido ver la charla que han mantenido sobre el césped los dos máximos responsables técnicos del Sevilla, Monchi, como director general deportivo, y Julen Lopetegui, como entrenador del equipo.

El contenido de la misma, obviamente, es privado, aunque también es habitual y nada extraordinario que Monchi dialogue con Lopetegui en la ciudad deportiva.

Ocurre que el actual contexto invita a cualquier tipo de suspicacia y especulación por la situación de incertidumbre que continúa habiendo en torno a la continuidad del entrenador, después de un mal arranque de temporada que apenas ha tenido algunos brotes esperanzadores con los tres partidos a domicilio que no ha perdido el Sevilla en sus desplazamientos para jugar con Espanyol, Copenhague y Villarreal, aunque sólo pudo ganar el primero de ellos y con muchos apuros pese a que llegó a ponerse 0-3.

Ante esta situación, la imagen, nuevamente, del equipo de Lopetegui este sábado ante el Atlético de Simeone puede ser determinante para los acontecimientos inmediatos, puesto que el técnico ha perdido el crédito en una gran parte de la afición sevillista y también dentro del consejo de administración, donde le van quedando cada vez menos defensores ante la deriva de un equipo que, fallos importantes y obvios de planificación al margen, sigue mostrando los vicios de la última temporada y media. Al menos, la virtud de competitividad parece que la ganó en cierto sentido con Espanyol y Villarreal.