Sevilla FC

Empieza la contrarreloj

  • Con el desenlace del caso Koundé como piedra angular, el proyecto que más ilusión levanta en el sevillismo está a un mes de echar a rodar

  • La inmovilidad del mercado, clave de momento

  • Dmitrovic llega para fichar por el Sevilla

Monchi y Lopetegui charlan durante un entrenamiento del Sevilla FC.

Monchi y Lopetegui charlan durante un entrenamiento del Sevilla FC. / José Ángel García

Con el respaldo, con respecto a la temporada pasada, de que la base está y con más objetivos específicos, al proyecto del Sevilla 21-22 le queda un mes para empezar a andar. Bueno, de hecho ya se ha iniciado, pero en lo que al comienzo del trabajo de la plantilla se refiere, hoy 5 de julio Monchi y Lopetegui, Lopetegui y Monchi, inician la cuenta atrás para poner en orden todas las situaciones y formar un plantel competitivo que se ajuste al objetivo y a las exigencias que se van a marcar de cara a la próxima campaña.

Siempre ocurre así, pero la diferencia ahora está en un matiz claramente diferenciador y es que los gestores han visto que un par de retoques con más acierto de lo normal puede traer un premio mayor, ése que se ha rozado en la campaña que prácticamente acaba de concluir si se dan –como se han dado– las circunstancias idóneas, que en el caso de la Liga española son que los grandes tengan un año tonto y que coincidan en ese año tonto Real Madrid y Barcelona.

El 6 de julio inicia la pretemporada el Sevilla, según marcó en su hoja de ruta la planificación llevada a cabo por el director general deportivo y el entrenador, que arrancará junto a su cuerpo técnico su tercer camino en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

En estos días por tanto el trabajo de Monchi particularmente es arduo, mientras Lopetegui desconecta inmerso en sus merecidas vacaciones, aunque pronto estará activo y cerca de la figura del máximo gestor deportivo para, juntos, dar forma al nuevo proyecto.

El de San Fernando ya ha avisado en varios foros acerca de que el mercado de momento está muy parado. Suele ocurrir en veranos de Eurocopa o Mundial y ello ralentiza mucho toda la cascada de movimientos que se van produciendo.En el caso del Sevilla no hay que ser muy listo para entender que todo está a expensas de lo que ocurra con el futuro de Jules Koundé. Con todo lo demás más o menos trazado, Monchi tiene dos bocetos en mente, uno sin el defensa francés pero con la plusvalía de su venta en la mano –lo que tieme más opciones de que se dé– y otro con el zaguero en su tercer año en el Sevilla. Los plazos según lo marcado históricamente por el Sevilla dicen que es tras la segunda temporada en Nervión cuando el club suele soltar las riendas para dar libertad al purasangre y las insistentes declaraciones del jugador viéndose pronto “en un grande” animan a pensar que es el momento.

Si ello se produce, Monchi estará, probablemente, ante la oportunidad que siempre ha soñado: una planificación con liquidez para gastar, con el equipo respaldado por una participación en la Champions y libertad absoluta en un mercado en el que se mueve como pez en el agua.

Es un movimiento que va a modificar muchas de las opciones que el isleño tenga apuntadas, pues una venta como la que se presupone que ocurrirá con Koundé no es que le permita acceder a la opción A de cada demarcación a cubrir, sino que esa opción A habrá elevado mucho su nivel.

Como la base está hecha de la pasada campaña, al margen de que tengan que llegar a la plantilla uno o dos centrales, Monchi se esforzará también en encontrar dos buenos laterales que compitan con Jesús Navas y Acuña, un buen pivote defensivo que libre de batallas a Fernando, algún que otro centrocampista más avanzado, un extremo que cumpla el papel de meterse hacia dentro y un salto de calidad en la delantera. De momento, Dmitrovic (aún no confirmado oficialmente) es el único que ha llegado, pero la cocina está en plena ebullición. La sartén es Koundé y el mango lo tiene Monchi.

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