El Sevilla Atlético sumó un escuálido punto ante el Orihuela que lo mantiene líder del grupo IV de Segunda RFEF, aunque ya igualado a puntos con el Yeclano, tras su importante victoria en Estepona (0-2). El goal average general (33-9, +24), además del particular provisional, tras la victoria del filial ante el equipo murciano en la primera vuelta, le dan la ventaja en la cima de la clasificación, pero el empate sabe a poco.

Y sabe a poco porque el equipo de Jesús Galván lo puso todo para haberse llevado los tres puntos, con un sinfín de ocasiones y un par de jugadas polémicas. El Sevilla Atlético reclamó dos penaltis en el área del equipo alicantino, que resistió como gato panza arriba toda la segunda mitad con un futbolista menos, desde la expulsión por doble amarilla en el 48+' de Juanma García.

Fue especialmente doloroso cómo el árbitro Roca Robles no quiso ver un claro agarrón de De las Cuevas, perro viejo, que se dejó caer arrastrando agarrado a Musa mientras este remataba un centro al segundo palo. Sin el agarrón, el cabezazo podría haber ido a la portería, a gol. Era el minuto 93 y el colegiado murciano miró para otro lado estando a escasos metros de la jugada.

Eso sucedió después del último aluvión de oportunidades del filial, que buscó por fuera, con centros, con cambios de orientación, con subidas de los laterales, también por dentro... cómo descoser a un Orihuela encerrado en su área y sin apenas salida.

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— Sevilla Atlético y Cantera Sevilla FC (@CanteraSFC) January 14, 2024

Ya en la primera mitad, en igualdad numérica, hubo alguna ocasión clara. En el minuto 42 hubo una triple ocasión bastante clara, tras un centro peligrosísimo de Musa que despejó con apuros el meta Aitor Arias, Hormigo disparó seco al recoger el rechace, pero de nuevo despejó la zaga y el balón le cayó a Manu Bueno, cuyo tiro escorado fue repelido de nuevo por el meta. 

Sobre la bocina del primer tiempo llegó la expulsión de Juanma. Y el Sevilla Atlético salió en tromba en la segunda mitad. Ya en el 46 Capi tuvo una clarísima, pero envió al lateral de la red tras una jugada de Hormigo. Un minuto después, Musa realizó la enésima incursión por la derecha y dio el pase atrás a Manu Bueno, quien desde el punto de penalti casi remató de primera con la zurda: Aitor Arias sacó una mano prodigiosa.

Se atemperó el partido en la fase central del segundo periodo. El filial tenía tiempo y no quería precipitar los ataques. Aun así, a la hora de juego Capi dispuso de un claro cabezazo a centro de Ramón Martínez. Diez minutos después, en el 71, fue Zarzana el que dispuso de otra clara llegada con disparo que rechazó la defensa a córner, tras un centro de Isra desde la izquierda.

El crono aceleraba al tiempo que el filial se apremiaba. En el 73 fue Hormigo el que metió la cabeza con garra agarrado por un defensa, lo que obstaculizó lo justo su remate y posibilitó la intervención del meta.

En el 79, Isra peleó y ganó un balón en el área, y a la media vuelta sacó un centro al segundo palo, donde Musa atinó a cabecear forzado alto. El zafarrancho estaba tocado y el filial buscaba y buscaba la forma de zaherir al Orihuela.

Ya en el 85, otro centro de Ramón Martínez lo cabeceó ajustado al poste Capi, que incluso tuvo la opción de controlar y bajar la pelota para acomodarse un disparo. De nuevo remató en el segundo palo Musa un centro desde la izquierda de Oso que se fue fuera por poco. Era el 90. Dos minutos después, en el 92, otro centro de Oso y nuvo cabezazo forzado, entre la aguerrida zaga alicantina, que no concedía ni un metro, se fue desviado por poco.

Hasta que llegó el 93 y el penalti no pitado sobre Musa. Eso encrespó al filial, al que, tras tanto insistir sin premio, ya le faltó tino y templanza para tumbar a un Orihuela que celebró el empate por todo lo alto.