El defensa francés Joris Gnagnon había reclamado una cantidad en torno a los cuatro millones y medio de euros cuando denunció al Sevilla por despido improcedente. Esta cifra sería la consecuencia de los dos años de contrato que le restaban al finiquitar el club la relación laboral entre ambas partes en septiembre de 2021. El compromiso contractual del defensa central abarcaba hasta junio de 2023.

La cantidad que ha dejado de cobrar Gnagnon, por su exclusiva responsabilidad de no cuidar su estado físico para ser un futbolista profesional, se iba hasta aproximadamente esos cuatro millones y medio de euros, que era lo que solicitaron sus abogados desde la reclamación que se efectuó al Sevilla a través de la FIFA.

La resolución del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que se ha hecho pública ahora para las partes, es ya firme, pues ya no existe ninguna posibilidad de recurso. 

En la historia del conflicto, que recoge el laudo arbitral, se relata que el jugador recurrió a diferentes instancias, empezando por los juzgados de lo social españoles, siguiendo por FIFA, y finalmente el TAS, que ha dado la razón a los servicios jurídicos sevillistas. Gnagnon, nacido en Francia y aconsejado por sus representantes jurídicos, pese a su primera reclamación, dejó pasar la vía judicial española y ni siquiera se presentó a los actos de conciliación fijados, pues prefirieron la opción de la FIFA para su demanda.

Dentro del equipo jurídico coordinado por Alberto Pérez-Solano, responsable de esta parcela en el Sevilla, el caso de Gnagnon ha sido llevado por los servicios jurídicos del club en colaboración con MA Abogados en todos los expedientes disciplinarios y ante los tribunales españoles, así como en la reclamación ante FIFA, y por Juan de Dios Crespo en el recurso ante el Tribunal Arbitral del Deporte, hasta conseguir finalmente el triunfo en los diferentes tribunales para la entidad nervionense.