A la tercera va la vencida, dice el refrán, y parece que en el caso de Jules Koundé va a ser así más tarde o más temprano. Después de dos veranos en los que, debido a su extraordinario rendimiento y a la exhibición de su enorme potencial, el Sevilla logró retenerlo ante los cantos de sirena de la Premier League, su salida hacia Inglaterra es un secreto a voces. Y esto también produce, lógicamente, un constante runrún de informaciones más o menos bien fundadas sobre el momento de que el fortísimo rumor tome cuerpo de noticia real. Pero, por ahora, sólo hay eso, un runrún.

El Sevilla tiene relativa prisa con el asunto después de que, antes incluso de que empezase junio, ya se garantizase unos 35 millones de euros por las salidas de Diego Carlos, al Aston Villa, y de Pozo, al Almería. Queda prácticamente todo el mes de junio por delante y durante el mismo Koundé va a seguir en el escaparate de la Liga de Naciones, en la que Francia empezó con mal pie al ser sorprendida en Saint-Denis por la Dinamarca de Delaney (1-2). El central del Sevilla formó en un once titular plagado de estrellas. Y eso es un indudable factor positivo para que su cotización se mantenga elevada o incluso suba.

Con Koundé en el campo, por cierto, Francia no perdía y fue a raíz de su salida del campo cuando Cornelius, en una jugada de fuerza, se fue de su par, el central diestro que lo suplió, hizo el 1-2. Pero esto es meramente anecdótico y lo sustancial es que el Chelsea de Thomas Tuchel lo quiere en su nuevo proyecto, que se verá reforzado por el desembarco del capital norteamericano de Todd Boehly, tras la obligada venta del club londinense por Roman Abramovich.

El magnate norteamericano, aliado con el consorcio societario Clearlake, ha llegado a Stamford Bridge con una gran cantidad de dólares en su idea de devolver los laureles al Chelsea, que quiso a Koundé en septiembre del año pasado, cuando era vigente campeón de Europa, y vio cómo el Sevilla rechazaba los 50 millones que ofreció por él. Fue la segunda ocasión en que el comité ejecutivo sevillista decía no a una importante oferta por el central internacional francés, después de la que realizó en 2020 el Manchester City de Pep Guardiola.

Sucede que, según informaciones inglesas, Boehly se ha encaprichado de Ousmane Dembélé, que cuenta con la ventaja de ser ya agente libre, con lo que la negociación es directa con la agencia del futbolista francés, quien curiosamente no está convocado por Deschamps para los cuatro partidos de Francia de este mes de junio. Es decir, no debe prolongarse mucho en el tiempo su adquisición por parte de los blues. Aunque Dembélé, aun con la incógnita de si estará en el Mundial, al que sí apunta Koundé asentado como está en el combinado de Deschamps, tiene muchas novias en Europa y también en la Premier, aunque la presencia en Londres de Tuchel, quien lo destapó en el Borussia Dortmund, puede ser decisiva.

El fichaje del extremo francés es una prioridad para el nuevo propietario del Chelsea, según Talksports. Sería como un golpe de efecto, una carta de presentación, fichar a un futbolista libre por el que suspiran los grandes de Europa. Y eso podría dejar en un segundo plano la operación por Koundé, con el que el club londinense ya llegó a un acuerdo el verano pasado y lo tendría ya todo bien encaminado rubricar su nuevo contrato. Otra cosa sería la negociación con el Sevilla.

La temprana venta de Diego Carlos le da calma al comité ejecutivo, que por otra parte también tiene el compromiso con el futbolista de atender ofertas sustanciales, acordes al potencial de un futbolista internacional por Francia de 23 años. Fuentes cercanas al club aseguran que de momento no ha habido ningún contacto, justo cuando algún periodista especializado en mercado aseguraba que el Chelsea estaba dispuesto a poner en breve 65 millones de euros, una cantidad bastante importante y que supera la de hace un año de sobra. Pero, por ahora, todo es un runrún y no hay nada cierto. Toca esperar acontecimientos.