Lazio-Sevilla | Jugadores

Banega, Mudo y Sarabia al mando

  • El Sevilla recupera su mejor versión para superar a la Lazio, a la que debió rematar con algo más de precisión arriba

  • La conexión por dentro desarboló a un rival que dejó muchos metros

Análisis táctico

Análisis táctico / Infografía

Decía en la previa Pablo Machín que no era momento de dudas ni de hacer experimentos con gaseosa, y llevó al césped esa declaración de intenciones. Sacó a su equipo de gala y éste se impuso con solvencia a la Lazio en el Olímpico romano. Le faltó al Sevilla rematar alguna ocasión de las muchas que propició el perfecto escalonamiento de una medular en la que Banega, Franco Vázquez y Sarabia siempre encontraron espacios por dentro, y también compañeros desmarcados con los que conectar para hacer daño a una Lazio que concedió demasiados espacios a este trío estelar. El estado del césped, con los antecedentes del Seis Naciones y la Champions en este mismo escenario, pudieron afectar, tal y como dijo Machín, para haber tenido esa mayor precisión en el área rival.

La columna vertebral del Sevilla, ayudada arriba por la movilidad de Ben Yedder, y la pelea de Andre Silva con los centrales, encontró una constante conexión desde atrás hasta las posiciones más adelantadas. No hubo tanta llegada del juego exterior. No le hizo falta al Sevilla y el mejor ejemplo es el protagonismo que tuvo Escudero, metiéndose hacia dentro, para aprovechar esos pasillos interiores. Es lo que ocurrió en el gol del triunfo. Tras un robo en la corona del área, el carrilero zurdo recibió el balón por el pasillo de Banega, condujo y halló a Sarabia en la izquierda, quien encontró el momento y la ejecución precisos para darle el pase a Ben Yedder a la espalda de la zaga lazial, sorprendida por la movilidad de los atacantes sevillistas.

Banega, Franco Vázquez y Sarabia no desaprovecharon esos espacios que les dio el rival y le dieron una gran verticalidad al juego, a veces incluso con precipitación, aunque también contemporizaron, controlaron con el balón y atacaron cuando quisieron.

Defensa

La movilidad de Correa fue el mejor recurso del equipo de Simone Inzaghi, que echó de menos la pegada de Immobile para aprovechar algún balón suelto en una fase inicial en la que Kjaer fue clave para barrer en el área las internadas del ex sevillista. Salvo en esa fase, en la que Sergi Gómez sufrió a su espalda, el Sevilla se parapetó bien sobre su habitual 5-3-2 en fase defensiva. Jesús Navas ayudó a obturar a Lulic y a Luis Alberto por su flanco, hasta que se lesionó el ex canterano sevillista, e hizo lo mismo con Durmisi. En la segunda parte, la Lazio intensificó de inicio su presión, pero el Sevilla reaccionó con cohesión y obturó pases y centros laterales.

Ataque

Banega más en largo, Franco Vázquez conduciendo y buscando apoyos y Sarabia eligiendo bien el momento fueron los principales artífices de que funcionara la conexión interior del Sevilla, apoyándose en la movilidad de sus dos delanteros. Que Andre Silva se peleara con los centrales permitió a Ben Yedder tirar desmarques y salir a campo abierto a ofrecerse para dar continuidad. Le faltó al equipo, en cambio, ese punto de precisión en el último pase, en la mejor elección entre centro o chut, para rematar a la Lazio.

Virtudes

La vuelta de la columna vertebral.

Talón de Aquiles

Escaso rédito a un buen juego.

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