Un día más en la mesa de negociaciones de Monchi para darle a Julen Lopetegui los mimbres necesarios para arrancar el curso 2022-23 y un día menos para que dé comienzo la competición, fijada para el próximo viernes 12 de agosto. El rostro del técnico vasco mostraba este martes una sonrisa, pues no en vano ya tenía ejercitándose junto a él a Isco, tal vez la petición expresa en la que más ha insistido en este verano.

El malagueño se unía a los entrenamientos a través del pasillo que le hacían todos sus compañeros, incluso el entrenador sevillista lo empujaba con la ilusión de un niño después de recibir su regalo, pero ésta era la única gestión que se concretaba en una jornada que sí servía para saber que Raúl de Tomás no es una de las piezas elegidas para reforzar a la plantilla sevillista.

Pese a las numerosas noticias que llegaban desde las webs cercanas al Espanyol en torno a una definitiva oferta del Sevilla de 20 millones de euros, además del pase de Munir, lo cierto es que el internacional del cuadro blanquiazul difícilmente va a recalar en las filas sevillistas en el presente verano. El fútbol da tantísimas vueltas que jamás debe elevar nada a la categoría de definitivo, pero la realidad es que Raúl de Tomás no cumple con el perfil que han asignado los técnicos nervionenses a la pieza que debe completar esa zona de ataque.

Su estilo de juego no se ajusta mucho a la idea que siempre maneja Julen Lopetegui para el único delantero que suele colocar en su esquema de 1-4-3-3, tampoco en esa variante del 1-4-2-3-1 que ha utilizado bastantes veces durante la pasada campaña y que también podría darse en la próxima tras la llegada de Isco a la plantilla para alternarlo junto al Papu Gómez en esa zona de ataque por detrás de la referencia.

Salvo en el caso de una salida de En-Nesyri o de Rafa Mir, algo que tampoco es rotundamente descartable hasta que se cierre el mercado el 1 de septiembre en caso de recibir el Sevilla una buena oferta por alguno de ellos, la idea pasa más por un perfil de un extremo rápido para una de las dos bandas y que encima tenga una cifra acreditada de goles en los equipos en los que ha militado. Ése sería el primer perfil con la excepción de que tuviera lugar esa venta en los dos hombres que actualmente ejercen delanteros. Además, tanto a En-Nesyri como a Rafa Mir, sobre todo al marroquí, también se le exige un trabajo fuerte como primer defensa en la presión, algo que no parece aportar Raúl de Tomás por su estilo de juego.

Así, la atención sigue centrada en la figura del defensa central. Uno o dos, ésa sigue siendo la cuestión, aunque para que se pudiera dar la opción de un segundo, siempre tendría que llegar antes el primero. En Turquía siguen insistiendo en la operación de Victor Nelsson, algo que ya fue apuntado en este periódico como primera opción la semana pasada, pero la realidad es que el Galatasaray se ha descolgado con unas peticiones demasiada elevadas hasta el momento y el Sevilla no está dispuesto a malgastar lo ingresado por Koundé en su sustituto.

El traspaso del danés, que ya le ha hecho saber al Galatasaray que no quiere desaprovechar la oportunidad de acompañar a Marcao en su aventura sevillista, se debe dar finalmente en una cantidad más cercana a los 15 millones que a los 20, aunque tampoco sería descartable alguna variable en favor del club turco. Los propios dirigentes del cuadro sangre y otro del barrio de Galata admiten que el jugador les insiste en su deseo de ser traspasado, aunque al mismo tiempo se hacen duros en la negociación con Monchi.

Aunque Victor Nelsson es el elegido por la dirección deportiva sevillista, hay otras vías para completar la zaga y no sería descartable alguna operación de cesión para que fuera el cuarto central, incluso alguna apuesta por otro joven procedente del ese departamento de datos que no parece haber sido explotado demasiado a lo largo de este verano, pues ni Alex Telles ni Isco deben proceder de ese laboratorio de descubrimientos.