Julen Lopetegui, entrenador del Sevilla, ha comparecido este martes en la que será seguramente su penúltima rueda de prensa con motivo de la visita del Borussia Dortmund al Sánchez-Pizjuán en la tercera jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League.

Con la destitución decidida por parte del club tras la reunión que mantuvo este lunes el consejo ejecutivo y con Jorge Sampaoli haciendo las maletas para recalar por segunda vez en Nervión, el entrenador guipuzcoano ha sido constantemente interrogado por esta peculiar situación raramente vivida en el fútbol, la de que un entrenador virtualmente destituido se siente en el banquillo en un partido ante su propia afición, aunque el técnico está sólo centrado en el partido y se ha limitado a contestar que tiene sólo "el foco" en un gran partido como el que hay delante. 

Lopetegui fue preguntado directamente por las reuniones del comité ejecutivo y por si el club le ha comunicado cuál es su situación.

"Mira, por respeto a mi principal responsabilidad no voy a emitir una opinión de lo que ha sucedido en estos últimos meses. Prefiero guardármelo dentro de la responsabilidad que tengo como entrenador de un gran club como es el Sevilla y la de afrontar el partido de mañana con la mayor de las energías. Es lo que hemos hecho durante 169 partidos y a lo que voy a seguir siendo fiel en el partido 170. No se regalan 170 partidos de casualidad en un equipo de la exigencia del Sevilla. Evidentemente, también hay que ganar mucho para estar ese número de partidos y no voy a cambiar ni mi discurso ni mi actitud en mi principal responsabilidad", ha comentado el entrenador.

El técnico, pese a la insistencia, no ha querido señalar a nadie y se ha limitado a decir que la afición merece lo mejor de "todos los responsables" del club. "Debo de estar a la altura de las circunstancias y de la exigencia de este club y sobre todo de la altura de nuestra afición, que merece lo mejor de todos los responsables de este club y por mi parte yo voy a dar lo mejor y yo voy a dar lo mejor de mí mismo en la parte que me toca", ha insistido.

¿Se siente traicionado? "Jugamos un partido de Champions muy exigente, realmente es una batalla, una guerra y a las guerras no se van con melancolías, ni con excusas ni con dudas... por mi parte. Yo mientras estoy al frente de mis jugadores lo que trato de transmitirles es fuerza, energía, carácter, responsabilidad y confianza. Y es lo que vamos a hacer. Por eso hablaba de la responsabilidad de todo el mundo tenemos (pausa) para con nuestro club, nuestro equipo, nuestros jugadores, pero sobre todo con nuestra afición"

"No voy a moverme de lo que he hecho desde que estoy aquí, porque es en lo que creo y es lo que realmente yo puedo aportar y lo que he hecho estos años, no llevo dos meses, es el cuarto año en este fantástico y querido club".

¿Falta de respeto? "Me reitero en que no voy a emitir una opinión de lo que creo que ha sucedido estos meses. He sido bastante claro. Tengo el foco puesto en un partido grande de Champions, donde nos hemos ganado con sudor y lágrimas estar el año pasado, que para mí tiene un valor extraordinario en las circunstancias que lo conseguimos"

Preparar un partido en estas circunstancias. "Es un reto, la vida es un reto diario y la profesión de entrenador, también".

El Borussia Dortmund. "Es un rival excelente. Creo que más completo que cuando estaba Haaland a nivel colectivo. Esta jugando muy bien, ha tenido algún resultado adverso fuera de casa pero siendo merecedor de ganar, creo que con el Bayern Múnich es el mejor equipo de Alemania, sin ninguna duda. Es el partido que espero, pero lo importante es que seamos capaces de darle respuesta a esa capacidad que tiene el rival y creer en nuestros recursos, ponerlos en práctica, optimizarlos hasta el límite y superar a un gran adversario”.