Sevilla FC

Un espaldarazo en pro del objetivo: la Champions

  • El Sevilla sale reforzado anímicamente del trabajado partido con el Barcelona ante la inminente visita al Villarreal, una cita en la que seguir cimentando el sueño

Lopetegui reclama a sus jugadores más pausa y mejor elección en la salida del balón durante la primera media hora en la que el Barcelona dominó, ante Arturo Vidal y Munir.

Lopetegui reclama a sus jugadores más pausa y mejor elección en la salida del balón durante la primera media hora en la que el Barcelona dominó, ante Arturo Vidal y Munir. / Antonio Pizarro

El Sevilla recuperó ante el Barcelona lo que perdió ante el Levante. Si no en forma de puntos, sí en forma de ánimo. El empate ante el que, hasta lo que depare el Real Sociedad-Real Madrid de este domingo, es el líder de la Liga fue un espaldarazo moral para el grupo que dirige Julen Lopetegui en pro del ansiado objetivo: la clasificación para la Liga de Campeones. La jornada puede ajustar mucho más de lo que están ahora los puntos en la lucha por esos tercer y cuarto puestos por los que hay en liza hasta cinco equipos: Sevilla, Atlético, Getafe, Real Sociedad y Villarreal, justo el próximo rival de los nervionenses.

El encuentro de este lunes se presenta, así pues, como un jalón importantísimo para seguir cimentando el sueño de la Champions, y el Sevilla lo embocará henchido de moral.

La forma en la que Lopetegui y sus futbolistas leyeron el partido, sobreponiéndose a un mal comienzo y terminando con la opción más que cierta de hacerse con los tres puntos respalda la línea de trabajo que están llevando el técnico y sus futbolistas, pese a que en tres partidos han sacado sólo cinco puntos de los nueve que había en juego. Los dos puntos que volaron en La Nucía ya no pueden ser motivo de lamento después del despliegue táctico, físico y técnico del Sevilla ante el potentísimo Barcelona de Messi, frente al que se demostró a sí mismo que es capaz de las mayores empresas si mantiene hasta el final ese rigor y esa disciplina que elogió Lopetegui al término del partido.

El técnico guipuzcoano quiso quedarse con lo positivo del empate ante el coloso azulgrana, al que le concedió muy pocas ocasiones de gol. "No recuerdo ninguna, sinceramente", llegó a decir al término del encuentro. Alguna hubo, claro que sí. Pero también es cierto que las más diáfanas las tuvo el Sevilla, sobre todo en esa segunda parte en la que sí encontró las vías para darle continuidad al juego de contraataque, un camino que se le cerró hasta la media hora.

Las correcciones tácticas de Lopetegui en la parada de hidratación a la media hora sirvieron para resetear el plan inicial y corregir algunos aspectos que estaban impidiendo al Sevilla sacudirse la presión del Barcelona. El ingreso de Banega en el descanso por Óliver Torres terminó de concretar la corrección del plan y, ahí ya sí, el equipo de Lopetegui encontró la forma de hacerle daño al cuadro azulgrana saltándose su atosigante primera línea de presión.

En esas dos acciones, las correcciones tácticas en la pausa para beber agua y en el descanso y los cambios, primero el de Banega y luego el de Suso por Munir, sobre todo, Lopetegui recuperó ese crédito que pareció perder en La Nucía, donde él mismo reconoció que no supo darle la lectura adecuada al juego en el tramo final de la cita ante el Levante.

El Sevilla siguió siendo el equipo sólido que lo mantiene en lo alto de la tabla como candidato a uno de los dos puestos que dan derecho a ingresar en la Champions. El triángulo formado por Koundé, cuyas cualidades ya nadie duda en elogiar, Diego Carlos y Fernando, el papel de Joan Jordán como sombra de Messi, el esfuerzo colectivo en basculaciones y coberturas... son realidades sobre las que seguir cimentando el proyecto, al que sigue faltando gol.

Ante el Levante no amarró el partido con un segundo tanto –al margen del mal anulado a Diego Carlos, a balón parado, como los dos al Betis– y ante el Barcelona también careció de pegada en los últimos metros. En juego dinámico, el Sevilla ha marcado un gol en las tres jornadas, al Levante, con la contra llevada por Munir y rematada por De Jong, que casi fue una jugada de estrategia desde el pase largo de Diego Carlos tras el saque de centro. Ahí es donde debe mejorar el Sevilla. En Villarreal, donde el equipo amarillo ha dejado la puerta a cero en sus tres partidos, el gol cotiza al alza.

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