Hacia un mes de febrero más halagüeño

Febrero, tras el inicio con mal pie en Balaídos, se presenta algo más halagüeño para el Sevilla después de un pésimo mes de enero que lo ha dejado fuera de la Copa, ante su vigente campeón, eso sí, y con sólo tres puntos sumados de los 15 que ha disputado en 2019. Pero con el segundo mes del año empiezan a ver la luz al final del túnel varios futbolistas que se han perdido el inicio de año por una circunstancia u otra. Las lesiones han impedido a Pablo Machín realizar una mejor rotación cuando se le han juntado las dos competiciones y los refuerzos también deben empezar a entrar con brío en la dinámica después del lógico periodo de adaptación. Con matices. Munir, por ejemplo, comenzó tan brioso en su andadura como sevillista que sufrió una lesión muscular después de haber jugado poco con el Barcelona. Es uno de los que debe subirse al carro ya.

En menos de un mes, desde el 6 de enero al 2 de febrero, el Sevilla ha jugado 9 partidos y el resultado ha sido el peor posible. El equipo de Pablo Machín continúa en puestos de Champions gracias a la ventaja que tenía sobre sus perseguidores, pero el colchón se ha adelgazado de forma inquietante. Llega la hora de la reacción y para ello el entrenador del Sevilla cuenta con energía fresca: la que deben ofrecer Jesús Navas, Munir y Gnagnon, que ya han dejado atrás sus lesiones musculares, y también Max Wöber y Marko Rog, el último en llegar para reforzar el equipo y que aún no ha debutado desde su aterrizaje.

Sí lo hizo el austriaco, Max Wöber, ofreciendo muy buenas sensaciones ante el Levante. La trascendencia de los partidos del Sevilla más una pequeña sobrecarga, con la experiencia negativa de Munir de trasfondo, impelieron a Machín a ser cauto con el central izquierdo. Su concurso debe mejorar no sólo la rotación defensiva, sino la salida desde atrás del balón, el juego, como también debe ocurrir desde el otro perfil, el diestro, con Gnagnon, que ante el Atlético demostró que puede sumar mucho en el inicio de la construcción del fútbol. Un aspecto que se puso negativamente en evidencia en Vigo.

Cuatro de los futbolistas que estaban en la enfermería se unieron en la vuelta al trabajo del equipo a los entrenamientos grupales. Ayer ya se pudo observar a Gonalons junto a sus compañeros en el césped después de muchísimo tiempo. Ya se esperaba que Jesús Navas y Munir se incorporaran al grupo esta semana, ya que el domingo empezaron a tocar el balón. La sorpresa fue ver a Gonalons en la sesión matinal, en la que también fue novedosa la aparición de Ggnagnon tras dejar atrás una pequeña rotura en el recto anterior del muslo izquierdo.

Jesús Navas, Munir y Gnagnon deben unirse ya a la dinámica normal. El palaciego es el que tiene más opciones de reaparecer en la convocatoria ante el Eibar, por la rapidez con la que recupera. Pero estando en ciernes el duro cruce europeo con la Lazio, y teniendo en cuenta que ya se ha lesionado muscularmente esta temporada dos veces, tampoco es cuestión de precipitar su vuelta.

Gonalons, en cambio, tendrá ahora una minipretemporada. Apenas ha jugado tres ratos en la Liga, media hora en Villarreal y el Villamarín al principio, antes de romperse la cabeza del peroné entrenándose, y un cuarto de hora ante el Espanyol, previamente a una nueva lesión ósea, la fractura del maleolo tibial externo, el pasado 15 de noviembre. Tras una operación y prácticamente todo el curso en blanco, al menos dos semanas estará realizando readaptación a la competición.

Febrero, con los dieciseisavos de final de la Liga Europa como crucial bisagra, se presenta más halagüeño, al menos en cuanto al capital humano del que podrá disponer Pablo Machín.