Sevilla FC

Pablo Machín, ante otra reinvención

  • El Sevilla de Machín medirá su gran momento sin dos de sus jugadores franquicia, el líder Banega y el ejecutor Sarabia

  • Los blancos no ganan a domicilio desde el 30 de septiembre, aunque sólo han perdido dos partidos fuera, en Heliópolis y el Camp Nou

Pablo Machín, durante el partido con el Girona.

Pablo Machín, durante el partido con el Girona. / Juan Carlos Vázquez

Ni un respirito de tranquilidad tiene Pablo Machín. Ni siquiera cuando la competición le da una tregua sin partido intersemanal, ni después de haber bordado el fútbol ante su sosias, el Girona de Eusebio. Hoy regresa al trabajo el Sevilla después de dos días de merecido descanso tras un tramo duro de competición y su entrenador debe empezar a preparar el partido en Butarque obligado a una nueva reinvención. En Leganés no podrán jugar dos de sus piedras angulares: el líder Banega y el ejecutor Sarabia. La batuta y el concertino, los mejores intérpretes de ese fútbol de autor que compone Pablo Machín por encima de contingencias varias. Así cerrará el año.

Para ser exactos, en Leganés el Sevilla jugará con cinco bajas: Kjaer se lastimó ante el Girona y se suma a la de los dos susodichos, sancionados, más Aleix Vidal y Gonalons. Pero el rendimiento de Carriço minimiza la ausencia del danés en la zaga.

Comentaba Pablo Machín en una entrevista a este diario que uno de los cambios más grandes que notó al arribar al Sevilla, al dar el salto a la élite competitiva después de un único año en Primera División, era la falta de días para preparar los partidos como a él le gusta, por el cúmulo de citas competitivas. De domingo a jueves, el Sevilla de Machín se ha ido superponiendo a distintos problemas.

Primero hubo de afrontar la falta de efectivos de una medular que tuvo que cambiar como quien le da la vuelta a un calcetín. Del físico de Gonalons y Amadou, que sufrieron tempranas lesiones, a la técnica de Banega y Roque Mesa. Luego hubo de darle otra vuelta de tuerca a su dibujo, ante la falta de acoplamiento del argentino y el canario y el bajo rendimiento de Sarabia y Franco Vázquez abiertos a las bandas y la soledad de Andre Silva arriba en el inicial 3-4-3. Y ahora surge otro problema.

Una vez que el 3-5-2, con ese trío de ases que forman Banega, Sarabia y Franco Vázquez, estaba funcionando como un reloj, aun con la deficiencia de una frágil rotación y la falta de continuidad a domicilio, a Machín se le han caído a la par dos de sus integrantes. Sus aspavientos en la banda por la tarjeta que vio Sarabia por retrasar un saque de banda –sin mucho sentido, con 2-0 y en zona de ataque– estaban justificados. Con siete goles y seis asistencias en la Liga, Sarabia es el mejor ejecutor del tramo final de la fase ofensiva de este Sevilla vertical y raudo. Además de sus cifras particulares, entre él y Ben Yedder, como en el espectacular 2-0 ante el Girona, han compuesto nada menos que once goles. No sobran los motivos de preocupación ante su ausencia en Butarque, por mucho que el Sevilla esté lanzado.

Se suman estas bajas a la necesidad del equipo hispalense de reivindicarse de nuevo a domicilio. Desde el 30 de septiembre no gana en la Liga el Sevilla de Machín, que además ha tenido muchísimos problemas en la Liga Europa lejos de casa –dos derrotas, en Krasnodar y Lieja, y una victoria que pudo quedar en nada en Akhisar– y que ni siquiera fue capaz de ganar en Villanueva de la Serena. Tras las demostraciones de Vallecas, Ciudad de Levante e Ipurúa no ha vuelto a ganar el Sevilla fuera, aunque, eso sí, sólo perdió dos partidos, en Heliópolis y en el Camp Nou.

Los empates en Anoeta, Mendizorroza y Mestalla, con ese infortunio final que castigó cierto conservadurismo, tuvieron la lectura positiva de la cohesión de un equipo en crecimiento. Pero Butarque se presenta como el reto de volver a dar un golpe en la Liga con un triunfo que asiente al Sevilla como incansable perseguidor del Barça.

No será fácil para Machín darle relevo a Banega, que lo ha jugado prácticamente todo, después del recital de su segunda parte ante el Girona. El soriano dijo tras el partido que lo lógico es que a ambos centrocampistas los releven otros centrocampistas. Y los que tiene disponibles son Amadou, que apenas ha tenido opciones de jugar en su sitio, el recuperado Roque Mesa y Franco Vázquez, que regresa para poner su puesto de mando en la medular tras ser baja por sanción.

Amadou, efectivamente, está llamado a relevar a Banega, aunque comparar los números del francés y el argentino es muy ilustrativo sobre lo abrupto del cambio. Amadou sólo ha jugado a ratos y más de central: seis partidos de Liga (176 minutos) y ninguno como medio centro titular; frente a las 16 jornadas de titular de Banega (1.348 minutos).

Pablo Machín, en su proceso de reinvención constante, ha ido subiendo a algunos jugadores al carro, casos de Promes, como carrilero derecho (Villanovense, Valencia y Krasnodar) o Roque Mesa. El canario aspira a su confirmación en Butarque. Son varios retos en uno.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios