Treinta años y una ficha ya de las más importantes de la plantilla, pero un rendimiento del que nadie puede tener dudas. Éver Banega, que al final de la pasada campaña llegó a escuchar y leer que el Sevilla quería venderlo tras su salida de tono en Montilivi con aquella patada en el pecho a Pere Pons que le valió cuatro partidos de sanción, está a sólo unos días de poder firmar libremente con cualquier club un contrato que tenga validez a partir del próximo 30 de junio.

La renovación del argentino es algo que pasó por alto Joaquín Caparrós hasta su salida del cargo de director del área de fútbol en marzo pasado (también la de Pablo Sarabia) y el genial centrocampista argentino está cerca ya de cruzar la línea roja que marca los seis meses de cortesía con que la FIFA respeta a los clubes que no han renovado los contratos de sus futbolistas.

Es un tema que abordó Monchi en su día y del que hasta ahora el director general deportivo del Sevilla se ha limitado a anunciar que sabe qué tecla tiene que tocar para convencer a Banega y que lleva las gestiones personalmente y con sumo sigilo para no desfavorecer los intereses del Sevilla. “Hay una sintonía magnífica con él. No digo que sea amistad, porque cuando hay un trabajo de por medio no es fácil. Es un profesional como la copa de un pino”, ha comentado recientemente el de San Fernando sobre el organizador rosarino, al que no le han faltado novias pero que siempre ha dicho que se encuentra muy a gusto en el Sevilla, la plaza más importante de su carrera profesional por los títulos conseguidos y los números que ha acumulado en Nervión.

Sin embargo, no han trascendido contactos entre su representante y el club, aunque la intención de Monchi de llevar el asunto en secreto suele ser muy efectiva, ya que involucra a los agentes para que guarden un sepulcral silencio que acaban cumpliendo.

La cuestión es que Banega podrá firmar a partir del próximo miércoles día 1 con cualquier club y es libre también para negociar un futuro contrato y eso es algo que de alguna manera intranquiliza a la afición, que no ve un sustituto claro en la plantilla pese a que Óliver Torres ha tenido buenos partidos en un rol parecido al del ex jugador de Boca Juniors y Newell’s Old Boys en Argentina y Valencia, Atlético e Inter en Europa, aparte de su anterior etapa en el Sevilla.

Banega es el líder en asistencias de la actual Liga con seis pases de gol empatado con Messi y Luis Suárez y sigue siendo un jugador importante en el mercado. De ahí que haya desechado ofertas millonarias de retiros dorados en Asia y en América (México y EEUU). Su familia está muy a gusto en Sevilla y no sopesa cambiar de aires de forma gratuita, aunque es cierto que el propio jugador ha reconocido que lo pasó mal en la pasada campaña con el rol defensivo que tuvo que desempeñar y con las críticas que recibió en el tramo final de campaña. "Parecía que la gente no quería que siguiera esta temporada", dijo.