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Monchi busca su magia: Martial

Martial en un partido con el Manchester United

Martial en un partido con el Manchester United

El Sevilla apunta muy alto en su intento de reforzar la plantilla de Julen Lopetegui en el inminente mercado de enero. El consejo de administración ha dado vía libre a su director general deportivo para que intente acometer una operación casi quimérica, la contratación durante media temporada de Anthony Martial, formidable delantero del Manchester United que quiere más protagonismo en busca de ir al próximo Mundial de Qatar 2022. Sin que suene siquiera a metáfora hiperbólica, Monchi debe sacar la magia para intentar darle a Lopetegui a un futbolista del caché de Martial, como si su representación del Rey Baltasar en la Cabalgata de los Reyes Magos fuese real y no simbólica.

No sería la primera vez que Monchi usa sus poderes mágicos para convencer a un futbolista de primer nivel internacional. Ya lo hizo por ejemplo con Nasri, cuando militaba en el Manchester City. Anteriormente con Marko Marin, cedido por el Chelsea. O a inicios de este mismo año, en un plano quizá algo inferior, cuando contrató al Papu Gómez, tras su problema con Gian Piero Gasperini, técnico del Atalanta, donde el argentino era toda una institución.

Esos precedentes son esperanzadores, aunque en esta ocasión la empresa incluso parece más elevada, como si el propio Monchi levantara su listón. Mientras el consejo de administración hace cuentas, que recibieron un golpetazo tremendo con la eliminación en la fase de grupos de la Liga de Campeones, el director deportivo ya ha usado sus hilos para contactar con el futbolista internacional francés, quien apenas ha jugado diez partidos en el Manchester United, con sólo 360 minutos entre todas las competiciones y un gol en siete partidos de la Premier League.

El futbolista ha acogido de muy buen grado la posibilidad de llegar cedido medio año al Sevilla, para intentar relanzarse. Incluso, según avanzaban ayer desde Inglaterra, a través del Daily Mail, este miércoles tuvo una conversación con su nuevo entrenador, Ralf Rangnick, sustituto de Ole Gunnar Solskjaer.

La operación es complicadísima desde el punto de vista económico, más allá de la voluntad ya expresada en el club propietario de su ficha, de salir para encontrar continuidad. Su nómina anual, según distintas fuentes, es de 8 millones de euros netos, aunque el Sevilla sólo pagaría medio año. El jugador debería renunciar a parte de su sueldo, ante la difícil opción de que el Manchester United, que lo firmó del Mónaco en 2015 por 60 millones de euros, se ofrezca a pagar parte de sus emolumentos.

Martial es un futbolista que siempre ha gustado a Monchi, pero al que nunca ha podido tener acceso por su elevado nivel: un delantero de talla internacional, con potencia, movilidad, gol y versatilidad, puesto que puede actuar tanto de delantero centro como en el extremo izquierdo.

Concurre una circusntancia que tiene una doble lectura, positiva y negativa: ha sido baja en los últimos partidos con el United por una lesión en la rodilla. Por un lado podría facilitar la negociación y por otro, en el supuesto caso de que la complicadísima negociación llegara a buen puerto, podría tardar en incorporarse a la competición algún tiempo.

De trasfondo está el interés que podría tener en Koundé el Manchester United. El club de Old Trafford fue el último, según la prensa inglesa, en tentar al central sevillista, después de su frustrado traspaso al Chelsea este verano. Pero, según fuentes de la negociación, la operación de Martial no tiene nada que ver con ese presunto interés, que de momento no se ha trasladado en ninguna oferta real por el joven defensa galo.

La necesidad del Sevilla está ahí. Con En-Nesyri y Munir en la Copa de África, con Lamela y Suso lesionados de larga duración, la plantilla de Lopetegui tiene un claro déficit en la parcela ofensiva. Y Monchi está agitando su varita mágica, por muy quimérico que suene el nombre de Martial.

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