Cinco de los 25 fichajes más caros de este 2020 en LaLiga Santander están hoy a las órdenes de Julen Lopetegui, un dato que revela el peso específico que ha ganado el Sevilla FC en el contraído escenario económico del fútbol español. Suso (21 millones) aparece el quinto en la relación, junto al lateral holanés Dest, recién fichado por el Barcelona; Óscar Rodríguez, con los 13,5 millones abonados al Real Madrid, es el octavo, justo por delante de Idrissi (12 millones), mientras que Acuña (10) es el undécimo. En el puesto 22º, con otros jugadores, queda el guardameta Bono (4). Rekik (2 millones) y Rakitic (1,5) son los otros fichajes sevillistas.

Echó el cierre el mercado estival (también otoñal) con la evidencia de que el campeonato español ha perdido músculo con respecto a la Premier League inglesa y la Serie A italiana. La austeridad marca el paso de los equipos ante la incertidumbre y la reducción de ingresos por la pandemia. El Real Madrid no ha gastado un céntimo en traspasos, el Barcelona no ha podido fichar a Depay y Eric García por su límite de gasto y ha ingresado 2,5 millones de euros más de los que ha invertido.

Y dentro de esa tendencia a la recesión, el Sevilla aparece como una excepción. El club de Nervión ha sido el tercero de LaLiga Santander que más ha gastado en traspasos, con sus 64 millones (sin incluir las variables de muchas de sus operaciones), sólo por detrás de Barcelona (124 millones) y Atlético de Madrid (90 millones, incluidos los 56 por la opción de compra obligatoria de Morata, cuya cesión a la Juventus dejó luego 10 millones).

Cuarto en el ránking del campeonato español ha sido el Villarreal, el otro animador del mercado junto al Sevilla por sus numerosas operaciones. El club amarillo ha invertido 32,9 millones de euros, según la web Transfermarkt, y ha ingresado 26,45 en concepto de traspasos, lo que supone un déficit de 6,45 millones.

Y cuando hablamos de superávit o déficit entre el gasto y el ingreso por traspasos, llama la atención que el club con una cifra negativa más alta en este mercado recién concluido haya sido el Sevilla, con los 54,5 millones de diferencia entre los 64 millones de su inversión y los 9,5 que percibió por las ventas del portero Sergio Rico al París Saint Germain (6) y del central danés Kjaer al Milan (3,5).

El Real Madrid, habitual inflacionista en las pretemporadas contemporáneas, acentúa el cariz excepcional del momento: ha sido el club con mayor superávit gracias a los 98,5 millones de euros por sus ventas, cifra que le vendrá muy bien para avanzar en la profunda remodelación del estadio Santiago Bernabéu. El club que preside Florentino Pérez ha cobrado 40 millones por el traspaso de Achraf al Inter, 30 por el de Reguilón al Tottenham y 13,5 por el de Óscar Rodríguez al Sevilla, entre otros, además de liberarse de la mayúscula ficha que percibía Gareth Bale, que retornó a los Spurs. 

Los veinte clubes de LaLiga, que en la temporada 2019-20 gastaron unos 300 millones de euros más de los que ingresaron en concepto de traspasos, han cortado esta campaña de raíz esa dinámica deficitaria: la inversión global ha sido de 411.800.00 euros, mientras que han entrado en las arcas 493.750.000. Suponen unos 82 millones de superávit.

LaLiga ha sido esta temporada incluso superada por la Ligue 1 francesa en la inversión de los clubes en fichajes: 433,5 han gastado los galos frente a los 410,3 de los españoles. La primera liga, con diferencia, sigue siendo la Premier League con unos 1.380 millones de euros de gasto, que contrastan con los 474,5 que ha ingresado en ventas (-901,5 millones). Segunda es la Serie A italiana, con 762,8 millones abonados por fichajes y 706,9 ingresados (-55,90). Más de 350 millones de euros de diferencia entre el gasto de los italianos y el de los españoles. Muy sintomático.