El 7 de septiembre del pasado año, el Sevilla anunció orgulloso su nuevo récord absoluto de socios. El sevillismo respondió a la campaña del equipo y al abaratamiento, relativo, de los carnés y copó el tope máximo de localidades abonadas, dado que por el aforo del estadio el club tuvo que poner un tope. Las cifras se quedaron en 39.955 socios con asiento más 45.034 socios sin asiento, la nueva modalidad que permitió al club un respiro por ahí y una respuesta a aquellos aficionados foráneos o de edad que no podían acudir al estadio. Parece claro que el próximo mes de septiembre no habrá un nuevo récord de socios, aunque el Sevilla esté en Champions, como tendrá garantizado si no se retoma la Liga, según lo anunciado ayer por la UEFA.

El Sevilla, como el resto de clubes, debe arrostrar un nuevo problema añadido a la crisis del coronavirus: la reducción drástica de abonos por dos cuestiones, la crisis económica que ya se atisba y la imposibilidad de acudir a los estadios hasta 2021, según lo acordado en principio en los pactos de Viana por Javier Tebas, Luis Rubiales e Irene Lozano. La secretaria de Estado para el Deporte tiene información privilegiada del Gobierno y trasladó a los presidentes de LaLiga y la Federación Española que, en el actual contexto, es imposible garantizar la salud del público ante una masiva afluencia a los estadios españoles de fútbol. De momento, el fútbol será sin público por varios meses.

Esto afectará directamente a uno de los capítulos de ingresos más importantes de los clubes: los abonos, los taquillajes, los derechos de comercialización del fútbol. El Sevilla ya está estudiando este efecto. Incluso aseguró José Castro que estaban trabajando en las soluciones que habría que dar si la Liga no se retoma y el socio reclama la parte de su abono correspondiente a los partidos que no se jugarían en casa. Ángel Torres fue contundente en esto, al no contemplar otra opción que la de devolver el dinero correspondiente a esas jornadas a sus socios. Claro que el Getafe tiene muchos menos socios que el Sevilla...

Repasando las cuentas, el Sevilla ingresó en la campaña 17-18 por abonos 14,749 millones de euros. Esa temporada hubo Champions, por lo que los ingresos por competiciones fueron de récord: 52,831 millones de euros. La temporada siguiente, el club abundó en la campaña de abaratar los abonos y, subiendo el número de socios con asiento a 39.591 (18-19), que ya marcó un registro histórico, ingresó algo menos por el abaratamiento: 13,072 millones. Además, la pasada temporada los ingresos por competiciones, con Europa League, fueron de 24,093 millones de euros.

Si el Sevilla se garantiza la Champions paliará el déficit por abonados. Pero el club también podría implementar un nuevo tipo de abono, en la línea de los carnés rojos o blancos, sin derecho a asiento. O buscar una solución mixta si el Gobierno garantizara que a partir de enero de 2021 sí se abrirán los estadios al público.