PSV - Sevilla: De la calma con balón al descontrol

El Sevilla logró su objetivo de pasar a octavos pese a caer derrotado en un partido que cambió por completo con la entrada de Fabio Silva. Los de Nervión, tras una buena primera mitad, acabaron metidos en su área tras la entrada del delantero luso para acompañar a De Jong –más las apariciones de Bakayoko–, de ahí los dos goles en el tramo final de una contienda en la que los de Nervión fueron bombardeados.

El PSV Eindhoven saltó al campo con un ritmo muy alto y una intensidad máxima, con el fin de meter atrás al Sevilla. Bakayoko lo intentaba por la banda derecha jugando a pierna cambiada, pero sus intentos siempre quedaron en nada. Xavi Simons demostró muchos fuegos artificiales en su fútbol a la hora de caer hacia dentro, partiendo desde la izquierda, y diez minutos tardó en irse la efervescencia holandesa.

Justo el tiempo en el que el Sevilla, muy bien plantado en su 5-4-1, se hizo con el control de la pelota y a base de posesiones largas apagó cualquier intento ofensivo del PSV. Fueron los de Sampaoli los que supieron sacar provecho de su superioridad numérica en las bandas, primero con Óliver Torres y Jesús Navas y después con Bryan Gil y Acuña, ante el 4-3-3 del equipo entrenado por Ruud van Nistelrooy. Centros de un costado y de otro que no encontraron rematador en un Sevilla que acabó la primera mitad siendo mejor que su rival.

La tónica continuó a la vuelta de la caseta, pero todo cambió a partir del minuto 60 con la entrada al campo de Fabio Silva. El PSV cambió su esquema inicial y pasó al 4-4-2, con una idea muy clara: balones en largo del central Ramalho a Fabio Silva para que De Jong cazara siempre sus dejadas. De hecho, así nacieron los dos goles que hicieron los holandeses. Dos jugadas calcadas con el luso siempre como protagonista.

Y eso que Rakitic antes de que marcaran los anfitriones pudo dejar resuelto cualquier atisbo de resurrección holandesa, pero su zapatazo se marchó al larguero. Mucho sufrimiento al final para los de Sampaoli.

Defensa

El Sevilla no sufrió nada en los primeros 45 minutos. Hasta entonces, Nianzou, Fernando y Telles apenas tuvieron trabajo. Sin embargo, cuando el PSV pasó a jugar con dos puntas, Fabio Silva y De Jong, ahí surgieron los problemas y llegaron los goles. Dmitrovic alternó buenas intervenciones ante Bakayoko con salidas poco fiables, como se vio el 1-0, y al final los de Nervión acabaron metidos en su campo hasta que llegó con alivio el pitido final.

Ataque

En la parcela ofensiva el mejor hombre fue Bryan Gil. De sus botas nacieron ocasiones muy claras, como la que tuvo En-Nesyri al inicio de la segunda mitad. Navas sólo apareció en el primer tiempo con Óliver Torres, pero se diluyó en el segundo. Hasta Rakitic se animó más y rozó el gol. Un latigazo de Rafa Mir en los compases finales cerró el escaso bagaje ofensivo del Sevilla en el segundo acto.

Virtudes

Todas las de Bryan Gil.

Talón de Aquiles

Los problemas en el juego aéreo con Fabio Silva y De Jong.