Dodi Lukebakio, delantero de 25 años del Hertha Berlín, está a punto de convertirse en el siguiente refuerzo del Sevilla Fútbol Club. De hecho, esta noche del miércoles llega a Sevilla y es cuestión de horas el anuncio de su contratación. En la mañana de hoy, fuentes del club de Nervión consultadas por este diario reconocían que las conversaciones habían avanzado bastante y es cuestión de tiempo que los clubes lo anuncien oficialmente, pues el acuerdo es un hecho.

El Sevilla, que ha contado en la negociación con la ventaja de que al espigado jugador (1,87 metros) sólo le quedaba un año de contrato, embolsará al club blanquiazul de la capital germana unos 10 millones de euros por el traspaso del jugador, que es internacional por Bélgica y llamado a disfrutar de un protagonismo creciente en los Diablos Rojos por su proyección.

Lukebakio tiene en la polivalencia una de sus virtudes. Puede actuar como extremo en ambas alas y aunque en el Hertha lo ha hecho con más asiduidad en la derecha, todo apunta a que José Luis Mendilibar va a explotar su condición de zurdo para ubicarlo en la izquierda, atendiendo a su predilección por los jugadores en su banda natural.    

El puesto de extremo izquierdo, en el que vino actuando a menudo Bryan Gil la temporada pasada tras la llegada de Mendilibar (también jugaron ahí Óliver Torres, Ocampos, Lamela o incluso el Papu alguna vez), es el prioritario en las demarcaciones que el entrenador vasco ha pedido reforzar. En el inicio de esta temporada, Lamela ha sido el que más minutos ha actuado en la siniestra sin mucho éxito.

Lukebakio, que puede actuar como segundo punta, llegó en 2019 al Hertha procedente del Watford inglés, que ingresó 20 millones de euros por su traspaso. En la temporada 2021/22 jugó cedido en el Wolfburgo (25 partidos, un gol, tres asistencias) y la pasada, de vuelta en el Hertha, sí que explotó: 33 partidos, 12 goles y 5 asistencias.

El jugador, que también tiene la nacionalidad congoleña aunque nació en Bruselas el 24 de septiembre de 1997, desechó la opción de ser traspasado al Burnley, de la Premier League, en cuanto conoció la posibilidad de recalar en el Sevilla. Según avanzó la prensa belga, el futbolista incluso viajó a Inglaterra para ver el primer partido del que se suponía iba a ser su nuevo equipo tras el descenso del Hertha. Pero la irrupción nervionense lo cambió todo.