El atletismo es en Tokio, esto es fútbol (2-2)

La crónica del Sevilla-Elche

El Sevilla salva un punto con un toque de calidad de Alexis Sánchez después de hundirse físicamente en la segunda mitad de tanto correr

Rafa Mir adelantó a los suyos con un tanto de falta directa y consiguió que el estadio fuera un volcán

Nombres propios: De un Nianzou que juega mejor que los pivotes al toque de calidad de Alexis

Peque remata tras el taconazo de Alexis para anotar el empate definitivo.
Peque remata tras el taconazo de Alexis para anotar el empate definitivo. / Antonio Pizarro

Segundo tropiezo del Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán contra rivales destinados a pelear por evitar el descenso al final de la temporada, justo lo mismo que la escuadra que entrena Matías Almeyda y que ofreció la sensación de confundir el fútbol con el atletismo. De otra forma no se puede entender que quiera correr más que un maratoniano y que, lógicamente, acuse el esfuerzo con el transcurrir de los minutos en la segunda mitad.

Casualidad tal vez, pero el Campeonato del Mundo de Atletismo comenzaba esta madrugada en Tokio y parece que los futbolistas que defienden el escudo de este Sevilla podrían perfectamente en esa maravillosa modalidad deportiva. Todos ellos protagonizan un continuo correr y correr, ir a marcas individuales por todo el campo, con el desgaste que eso conlleva, y lo peor es que se olvidan después de la pausa necesaria para tener la pelota en su poder y poder tomar aire antes del siguiente esfuerzo para la recuperación.

Este Sevilla iba a desarrollar durante el primer tiempo el fútbol que parece gustarle a su entrenador, Almeyda, y a todo su cuerpo técnico. Todo es, pues, correr, correr y correr, nada de tratar de tocar el balón, un objeto al que se le da menos importancia en el manual de instrucciones del entrenador argentino. No se sabe bien si todo se debía a que el césped presentaba un aspecto lamentable para jugar al fútbol o que se trata de desarrollar siempre esa idea.

Porque el verde estaba muy bonito en apariencia, sin ninguna calva, pero a la hora de la verdad, cuando el balón debía rodar por él, todo era lento, pastoso e irregular. A todos los futbolistas, también a los del Elche, por supuesto, les costaba un mundo poder controlar el esférico, casi siempre se les quedaba atrás y parecía una situación extremadamente complicada darle continuidad a la circulación.

Almeyda, con tres centrales esta vez, volvió a recurrir a las marcas individuales con el desgaste que conlleva

Tal vez por ello Isaac no pudiera aprovechar la primera oportunidad que se le presentó, cuando Rubén Vargas robó un balón en una situación muy avanzada y el lebrijano no fue capaz ni siquiera de controlarlo cuando tenía una situación muy ventajosa para haberse plantado delante de Dituro con posibilidad de firmar el primero de la noche.

Tres centrales

No fue así y el Sevilla, con importantes novedades en el primer once elegido por Almeyda con la plantilla definitiva, y con un planteamiento con tres centrales para que Alfon tuviera todo el carril izquierdo, siguió desarrollando el fútbol que le pedía su entrenador. Todos estaban emparejados y seguían a su hombre hasta el aseo si hacía falta. Eso dificultaba muchísimo la salida del balón que tanto le gusta a Eder Sarabia, como buen discípulo de ese tipo de juego, pero el problema se adivinaba pronto: ¿hasta cuándo duraría el combustible en las piernas de los sevillistas con tantos esfuerzos continuados?

El Elche remontó sin apenas nada tras el intermedio, cuando el esfuerzo de tanto correr comenzaba a notarse

Esa pregunta sólo se podía contestar a partir de la hora del partido, pero mientras llegaba esa situación lo que sí aconteció fue el primer tanto de los nervionenses. Un balón que ponía el debutante Mendy en una zona complicada lo peleaba Rubén Vargas de cabeza y la pelota se quedó botando para que llegara Isaac en carrera y conectara un derechazo, con su pierna menos buena, a la red. Inapelable remate del delantero centro sevillista, que sumaba su segundo gol en dos jornadas.

Isaac siempre fue un goleador de rachas desde los tiempos en el filial y ahora le tocaba a los suyos saber manejar una situación en ventaja. El Sevilla, cierto es, creció en su fútbol, incluso Nianzou se gustó en algunas salidas tocando el balón desde atrás, pero todo seguía siendo muy atropellado y siempre estaba pendiente esa incógnita sobre el físico debido a la multitud de carreras que exige el manual que le gusta a Almeyda.

La x de la ecuación se iba a despejar pronto en la segunda mitad. En el minuto 54, casi en los albores de la reanudación se comprobaba la debilidad defensiva del equipo en una acción en la que el veterano Azpilicueta no tuvo el punto de aceleración necesario para seguir a un atropellado Martim Neto. Éste tuvo todo el tiempo del mundo para darle el pase de la muerte a su compatriota André Silva, quien anotaba a placer el empate en el marcador electrónico.

El Sevilla de Almeyda sí tiene un espíritu rebelde e igualó con un buen gol de Peque tras un taconazo de Alexis

No tenía buena pinta el partido para el Sevilla con esa igualada. Almeyda se vio obligado a un triple cambio con el fin de cambiar la tendencia del juego y metió en el campo a Castrín, Suazo y Alexis Sánchez, que debutaba con casi 37 años en el estadio nervionense. Salían Nianzou, cada vez más acelerado, Alfon, que tuvo que sufrir para jugar en la posición de carrilero izquierdo y Gudelj.

Más equilibrado

El equipo era más coherente sobre el campo, con Agoumé y Mendy en la labor de correr y un mediapunta con calidad en la persona del veterano chileno. Pero el segundo golpe no pudo ser más doloroso para todos los moradores del Ramón Sánchez-Pizjuán. Una falta absurda de Suazo en el borde del área la transformaba Rafa Mir para que todo el estadio estallara contra los gestos del futbolista que aún paga, en una elevada proporción, el Sevilla Fútbol Club SAD.

Alberola Rojas no aplicó su habitual criterio permisivo con las faltitas y anuló un gol a Isaac en el minuto 89 en una pugna por el balón muy dudosa

No se olvide ese dato para valorar la mala gestión de José María del Nido Carrasco, José Castro y quienes lo acompañan en el palco. Pero eso sirvió para crear un ambiente bélico en las gradas y también en el césped. No hay más que ver cómo celebraba Juanlu mirando a su antiguo compañero la validación del empate de Peque para valorarlo.

Porque el Sevilla fue capaz de igualar el choque con un detalle de calidad de Alexis Sánchez y el disparo de Peque. Incluso pudo ganar si Alberola no hubiera variado su criterio siempre permisivo en un gol anulado a Isaac por una faltita muy dudosa. Pero el manchego sancionó la falta y todo se quedó en un punto para cada uno. El Sevilla demostró que tiene sangre, pero haría bien en jugar un poco más al fútbol y en correr algo menos.

Ficha técnica

2 Sevilla FC: Nyland; Azpilicueta, Nianzou (Castrín, 61'), Marcao; Juanlu (Januzaj, 79'), Agoumé, Gudelj (Suazo, 61'), Batista Mendy, Alfon (Alexis Sánchez, 61'); Rubén Vargas (Peque, 79') e Isaac.

2 Elche CF: Dituro; Víctor Chust (Héctor Fort, 80'), Affengruber, Bigas; Álvaro Núñez, Ali Houary (Rodrigo Mendoza, 60'), Febas, Neto (John, 88'), Pedrosa (Petrot, 88'); Rafa Mir (Álvaro Rodríguez, 80') y André Silva.

Goles: 1-0 (28’) Isaac engancha con la derecha un balón suelto en el borde del área tras tocarlo Rubén Vargas. 1-1 (54’) André Silva remata con comodidad tras un pase de Martin Neto en una jugada pésimamente defendida. 1-2 (70’) Rafa Mir dispara una falta desde fuera del área y Nyland no llega. 2-2 (85’) Peque marca por la escuadra con la derecha tras un taconazo de Alexis Sánchez tras revisarlo el VAR.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla-La Mancha). El gol anulado a Isaac en el minuto 89 va en contra absolutamente de su criterio habitual con las faltitas. Amonestó por parte local a Agoumé (9'), Marcao (25'), Isaac Romero (44'), Nianzou (52'), Matías Almeyda (92') y Azpilicueta (93'); y a los visitantes Víctor Chust (44'), Pedrosa (83') y John (94').

Incidencias: Partido de la cuarta jornada de LaLiga EA Sports disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante 37.331 espectadores, de ellos 325 aficionados franjiverdes.

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