Almería-Sevilla

Un aviso para quien lo quiera coger

Kike Salas trata de controlar el balón ante el lateral derecho local Pubill.

Kike Salas trata de controlar el balón ante el lateral derecho local Pubill. / Javier Alonso

Lo que pasó anoche en Almería, donde un grupo de valientes aficionados sevillistas se metió entre pecho y espalda 4 horas de ida y 4 horas de vuelta un lunes laborable, es un aviso para muchos. Y quizá no todos forman parte del grupo de profesionales que se encierra todos los días en el vestuario. Tras la victoria ante la Real algunos ya veían al equipo salvado y empezaban a echar más cuenta a planificar el futuro que a mirar al próximo rival. El Cádiz dio la primera lección el sábado y el Almería, mejor en la locura que los de Quique, ofreció otra enseñanza al estar a punto de otorgar al cuadro nervionense el dudoso honor de ser el primero en perder con el colista.

Lo evitó el Sevilla gracias a Suso, el faro que sacó el partido al letargo al que lo había logrado llevar el Almería cuando le convino, esto es, cuando se puso por delante. Y la tercera enseñanza la tuvo al final, cuando se creía ya ganador, se relajó y estaba ya pensando en dejar pasar los dos minutos de descuento que quedaban. Y en el fútbol de élite no se puede perder la concentración ni ante el colista.

Defensa

La movilidad de Soumaré, un jugador muy vistoso pero poco posicional, hizo que el partido se descontrolara muy pronto, quizá demasiado, al cuarto de hora, y eso no lo debió permitir un Sevilla que había crecido en eso. Al Almería le costó poco llegar al borde del área y encontró en la banda de Jesús Navas una vía por la que percutir, con centros peligrosos de Centelles. También Luka Romero, muy activo, se llevaba a Kike Salas fuera de zona y agitaba el sistema defensivo sevillista.

Por momentos recordaba el Sevilla al anterior de la llegada de Quique, entregado en uno de esos correcalles de los que siempre sale perdiendo. El equipo se estiró demasiado en la primera mitad y eso le hizo mucho daño a un sistema defensivo que si en este tiempo ha mejorado en algo ha sido por tener las piezas juntitas.Eso fue en el primer acto. Lo otro reseñable estuvo al final, cuando en la locura otra vez volvió a perder el sitio. El repliegue, la basculación... del gol de Marezi fue totalmente inapropiada, al igual que la pérdida gratuita del balón.

Ataque

No fue el Sevilla de las últimas jornadas. En ataque tardaron en aparecer los desmarques de Isaac a la espalda de los centrales. Y tardaron mucho. Muy estáticos los puntas en la primera mitad, aunque así y todo el lebrijano tuvo ocasiones muy claras.

Después, tras la locura, el Almería volvió a cambiar el ritmo. Con 1-0 le interesaba frenar y acabar con ese correcalles y ahí al Sevilla le costó crear espacios. Está claro que el Sevilla es un equipo de esperar y salir a la contra. Y en ataque posicional no tiene ahora mismo herramientas. Suerte que salió Suso, quien sí supo cambiar el ritmo.

Virtudes

El amor propio y la reacción final.

Talón de Aquiles

El Almería marcó los ritmos que le interesó, en la locura y en la pausa.

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