Un nuevo despiste de LaLiga a la hora de confeccionar el calendario va a dejar a un equipo español, en este caso el Sevilla, sin el descanso necesario antes de disputar una final europea. El equipo de José Luis Mendilibar estará el 31 de mayo en el Puskas Arena de Budapest ante la Roma ante la posibilidad de sumar su séptima Europa League a sus vitrinas, pero sólo tres días antes, el domingo 28, tendrá que jugar ante el Real Madrid en la penúltima jornada liguera y es una fecha de momento inamovible.

La Liga ha fijado el domingo 28 a las 19:00 como fecha y horario unificados (las dos últimas jornadas debe ser así) para los partidos en los hay algo en juego. Aunque el Real Madrid no puede ganar la Liga, sí está peleando con el Atlético por la segunda plaza y, sobre todo, el Sevilla tiene opciones de entrar en la Europa League o en la Conference como sexto o séptimo (está a un punto del Girona, séptimo).

Por tanto, no puede adelantar ese encuentro al sábado porque sus rivales tendrían ventaja al conocer el resultado de éstos, pero tampoco puede adelantar todos los partidos de equipos implicados, en el caso de Europa los que juegan Villarreal, Betis, Athetic, Osasuna, Girona y Sevilla. El motivo es que hay jornada intersemanal y navarros y bibaínos se enfrentan el jueves, por lo que no habría el mínimo de 48 horas de descanso que marca el convenio de la AFE para adelantar la jornada al sábado.

El error, otro más, de RFEF y LaLiga es que cuando confeccionaron el calendario en verano, no repararon en que la final de la Europa League era el 31 de mayo y que un equipo español podía llegar a la final. Incluyeron la jornada 36 entre semana (cuando podía haberlo hecho con otra jornada anterior) y ahora es imposible mover la 37.

Un verdadero problema que no va a tener la Roma y que el Sevilla estaría tratando ya con los responsables de LaLiga y la Federación. Una chapuza de las muchas que se repiten en el fútbol español.