El claro error de apreciación del árbitro hace recurrible la roja a Collado en el Antequera-Sevilla Atlético

El colegiado gaditano justificó la expulsión, revisada en el monitor de vídeo a pie de campo, por un "golpear con la cabeza en la cara" cuando en realidad es un empujón hombro con hombro

El Sevilla Atlético resiste en Antequera pese a la polémica roja a Collado (1-1)

El golpe con el hombro de Collado sobre David Ramos (ángulo inferior derecho) revisado por Palomares Gutiérrez en el monitor.
El golpe con el hombro de Collado sobre David Ramos (ángulo inferior derecho) revisado por Palomares Gutiérrez en el monitor. / LaLiga+

El clarísimo error de apreciación del colegiado gaditano José Luis Palomares Gutiérrez, en la segunda parte del partido Antequera-Sevilla Atlético, en la expulsión de Collado hace que la roja sea perfectamente recurrible con muchas expectativas de que progrese el pliego de alegaciones del Sevilla.

Collado fue expulsado en el minuto 63 por una presunta agresión en una acción en la que es cierto que, tras una discusión anterior, se acerca al números 6 del Antequera (David Ramos), quien no sólo exagera al tirarse revolcándose con el césped el golpe recibido, sino que engaña echándose las manos a la cara cuando el golpe es clarísimamente de hombro con hombro.

En este caso, el Sevilla debe recurrir porque no es una error de interpretación, algo en lo que los comités competitivos jamás entrar a corregir a un árbitro, sino un flagrante error de apreciación, porque Palomares Gutiérrez escribe en el acta que expulsó a Collado, tras revisión en el monitor de vídeo a pie de campo a instancias de su línea y viendo la jugada detenidamente, "por dar golpear con la cabeza en la cara de un adversario" sin que esté el balón en juego.

La redacción de Palomares Gutiérrez del acta deja claro que vio otra cosa distinta a la que sucedió.
La redacción de Palomares Gutiérrez del acta deja claro que vio otra cosa distinta a la que sucedió. / RFEF

De esta forma, si el Comité de Competición no prevarica, estará obligado a aceptar las alegaciones que presente al acta el gabinete jurídico del Sevilla contra ese manifiesto yerro del árbitro al apreciar la jugada y confundir un simple golpe con el hombro y la posterior caída exagerada y mintiendo al echarse las manos en la cara del rival con un cabezazo en la cara. La jugada debería haberse resuelto con amarilla para ambos: uno por el golpe con el hombro sin balón y el otro por simular una agresión que no se produce en la cara.

Pero, incomprensiblemente y tras ver las imágenes repetidas en vídeo a través del monitor a pie de campo, decidió sacar la roja a Collado, cuando el Sevilla Atlético ganaba aún por 0-1.

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