Sevilla FC | Entrevista a Joan Jordán

"Se puede dar favorito al Inter, pero somos el Sevilla y es nuestra competición"

  • Joan Jordán afronta el partido más importante de su carrera ante un gigante europeo, del que destaca sus grandes virtudes, y avisa: "Debemos ser un Sevilla reconocible... y lo vamos a ser"

Joan Jordán posa en el vestíbulo del hotel de concentración de Düsseldorf.

Joan Jordán posa en el vestíbulo del hotel de concentración de Düsseldorf. / Alejandro Cobreti / SFC

Joan Jordán Moreno (Regencós, Gerona, 06-07-1995) afronta el partido más importante de su carrera. Hace algo más de un año acababa de aterrizar en el Sevilla, tras una ardua negociación con el Eibar. "Hubo momentos tensos, pero Monchi me llamó y me dijo: 'Estáte tranquilo, que se va a hacer'. Y estoy contentísimo. Fue un paso enorme en mi carrera". Y tanto. El viernes será titular en la final de la Europa League.

–Una final europea ante el Inter nada menos...

–Tenemos mucha confianza en nosotros. La confianza en sí mismo y la exigencia del equipo son muy altas. La mariposilla en el estómago está ahí, pero con tranquilidad, porque estamos preparando la final lo mejor posible, sabiendo que si somos un Sevilla reconocible tendremos nuestras opciones.

–Sin ansiedad…

–Eso es. Llegar con el punto de nerviosismo bueno, la excitación por una final es buena, pero sin que sobrepase. Con el Manchester el equipo actuó muy bien ante esa situación. Es una final, nos jugamos un título, lo queremos levantar con nuestra gente, pero no deja de ser un partido.

–Hace un año, cuando llegó al Sevilla, ni se podría imaginar esto…

–Sí, sí, porque sabía que venía a un club espectacular con una exigencia mayor aún. Habían puesto en la Europa League una ilusión tremenda, sabía que en la Liga el objetivo era la Champions… Y sabía que se podía dar, con el trabajo y el proyecto que se hizo. Tenemos una plantilla muy buena, a nivel humano también buenísima. Quién me iba a decir a mí que nos meteríamos en Champions de la forma en que nos metimos y en una final de Europa League y de la manera que se ha dado un año tan duro.

"La mariposilla está ahí, con tranquilidad; la exigencia y la confianza del equipo en sí mismo son muy altas"

–¿Pensó que se iba a destapar como un pilar de este Sevilla?

–Siempre he sido partidario de estar donde tenga opciones de jugar. Sabía que venía a una plantilla con medios centro de muchísima calidad: Fernando, Nema (Gudelj), Éver (Banega), Mudo, Oli (Óliver Torres)… El nivel es muy alto y apenas hay diferencia entre jugadores. Pero me veía con posibilidades de jugar. Si me hubieran preguntado que si iba a jugar cuarenta y pico partidos largos, habría dicho que sería muy difícil. Creo que mi temporada ha sido muy buena y que he mejorado como futbolista. Me encuentro con una gran confianza, incluso más que al principio. Pero la que viene va a ser mi temporada, porque me habré empapado de todo lo que estamos viviendo. He crecido como jugador.

–Es el séptimo futbolista de la plantilla en minutos, por delante de un símbolo como Banega…

–He jugado muchísimo. Estoy encantadísimo, pero sobre todo por poder ayudar al equipo a lograr sus objetivos.

"La motivación de Banega es que será su último partido como sevillista y quiere despedirse con un título"

–Podría haberse dudado de la implicación de Banega cuando Al Shabab anunció en su fichaje...

–A Éver hay que conocerlo, vivir el día a día con él. Si tú lo pones a jugar va a dar el máximo, siempre. Se podría pensar que después del confinamiento su situación iba a ser extraña. Pero se ha visto que tanto él como los demás que terminaban contrato se han comprometido hasta el final. Qué voy a decir de Éver. Es un jugador extraordinario, le ha dado muchísimo al club y está acabando a un nivel futbolístico y de confianza altísimo y nos estamos aprovechando de eso. Estamos ante una final, él ha dado mucho a esta plantilla. Se va a ir igualmente por la puerta grande, pero espero y deseo que sea con un título.

–Puede estar extramotivado ante el Inter, su ex equipo…

–La motivación que puede tener él es que va a ser su último partido como sevillista y se quiere despedir por todo lo alto ganando una final de la Europa League… qué mejor escenario, y encima contra el Inter, su ex equipo. Pero lo que siente por este club no lo siente por ningún otro club. Y él lo va a dar todo. Estoy convencido de que va a hacer un partidazo. Seguro que va a aportar muchos granitos de arena para lograr ese título.

–¿Les sorprende que Jesús Navas, el más veterano y el de más palmarés de la plantilla, sea el que tenga más minutos? ¿Qué significa para el vestuario?

–Creo que Jesús Navas para nosotros, para el sevillismo, para el club, para el que le guste el fútbol, es un ejemplo. Jesús es una leyenda del sevillismo. La carrera de Jesús es para quitarse el sombrero, pero ya no sólo eso, tiene 34 años y la ilusión de un niño. No se quiere perder ningún entrenamiento… Yo se lo digo, es hasta pesado, porque no se quiere perder un minuto de nada. Tiene esas ganas y esa ilusión de seguir jugando y jugando, y en la élite, con 34 años. Y encima el nivel que tiene es espectacular… Sólo podemos quitarnos el sombrero ante él.

–¿Cuál es el secreto de este Sevilla, más allá de la implicación de estos dos símbolos del club?

–Hay dos puntos claves. El primero es el nivel de la plantilla, que es muy alto. La diferencia entre uno y otro es mínima, si la hay. Juegue uno o juegue otro responde. Creo que esa competitividad la tienen muy pocos en Primera División. Y el segundo punto es la unión que hay, el buen rollo. Yo lo que he vivido aquí es muy difícil, créame… Juega Reguilón y Escudero está contento por él. Juega Escudero y Reguilón está contento. Juega Óliver y yo estoy contento por él, él por mí; Jules (Koundé) por Sergi (Gómez); Sergi por Jules… Todos remamos en la misma dirección y sumamos, de una manera u otra.

–¿Tanto influye esa falta de celos entre titulares y suplentes?

–Total, total. Dentro del nivel alto de la plantilla, porque si no sería imposible, es algo muy difícil de conseguir y súper importante. ¿Por qué? Porque durante el año hay momentos malos y ahí es cuando los celos, las malas caras, los comentarios… pueden generar cosas negativas y nos podemos desviar del objetivo, hacer un mal juego y no ser un equipo unido. Y eso no nos lo podemos permitir. Todos sabemos en el club que estamos, el porqué estamos aquí. La unión del equipo es espectacular.

Joan Jordán posa en el barco durante el paseo del equipo por el Rhin. Joan Jordán posa en el barco durante el paseo del equipo por el Rhin.

Joan Jordán posa en el barco durante el paseo del equipo por el Rhin. / Alejandro Cobreti / SFC

–Esa competitividad, ¿la impregna también el club? ¿Se contagia esa mística del nunca se rinde?

–Sí, cuando firmé con el Sevilla me quedé un rato a solas con Monchi, una charla distendida. Y desde ese primer día, el cómo me dijo las cosas, por su mirada, ya vi la exigencia del club; un club ganador; competitivo, no, lo siguiente; súper exigente, ambicioso… Yo sabía que era un proyecto en el que si se hacían bien las cosas se podían cumplir. Estoy súper contento porque hemos cumplido ya un objetivo (la Champions) y el otro lo tenemos cerquita y a la vez lejos porque hay que ganar otro partido. Pero esto no ha acabado. No queremos que se cree una burbuja de que el año ha sido muy bueno. Lo ha sido, pero estamos centrados en la final. Hemos eliminado a la Roma, al Wolves y al Manchester, pero nos queda el Inter y queremos queremos levantar ese título tan deseado por parte nuestra y por parte de nuestra afición.

–Por la forma agónica en que el Sevilla ganó al Wolves y, más aún, al United, parece que el equipo ya ha llegado a la orilla...

–No, no, no. Todo lo que nos ha pasado hasta ahora va a ser positivo para la final. El año ha sido muy duro, nos han pasado muchas cosas: un confinamiento, volvimos de los seis días que nos dieron tras la Liga y pasó lo de Nema, y fue un golpe difícil. Y el equipo ha salido de ésa. El equipo es mentalmente muy fuerte y está preparadísimo para la final. Lo del Wolves y el Manchester, e incluso lo de la Roma, al equipo le va a servir para hacer el partido que necesitamos en la final, la mejor versión de todos. Y estoy convencido de que todos vamos a dar la mejor versión.

–Sí, porque enfrente está el Internazionale Milano, tricampeón de Europa, tricampeón de la UEFA, actual subcampeón de la liga italiana, un transatlántico…

–El día del Manchester dije lo mismo. Si nosotros estamos bien y somos reconocibles vamos a tener nuestras opciones, seguro. Partiendo de la base de que lo que me preocupa es mi equipo, delante tenemos un rival, uf, enorme en Italia, enorme en Europa, con un presupuesto muchísimo mayor que el nuestro, con una apuesta importante para este año… Pero lo que nos preocupa es preparar bien el partido, mirar nuestro ombligo… Ha sido un año muy bonito, con cosas negativas que te sirven para aprender, con cosas duras, como la pandemia lejos de la familia. Y ahora tenemos que estar tranquilos, preparar el partido con muchísimo cariño y dar nuestra mejor versión. Y estoy seguro de que va a ser un Sevilla reconocible.

–Pero el favorito es Inter…

–A nivel de presupuesto se puede dar de favorito al Inter, pero nosotros somos el Sevilla, es nuestra competición. Tenemos un sentimiento especial con ella. Tenemos muchísima confianza. Se les puede dar por favorito por el gran club que es el Inter. Pero somos el Sevilla y hemos llegado a la final para querer ganarla.

"Miedo, no, miedo, no; respetamos a todos los rivales, sea el Manchester, el Inter o el Eibar, pero miedo, no"

–La semifinal ante el Shakhtar dio un poco de miedo...

–Miedo, no; miedo, no. Respetamos a todos los rivales, sea Inter, Manchester o Eibar. Cada partido es un mundo y cualquier rival si no estás bien te puede meter mano. Respeto máximo, pero miedo a nadie. Nosotros somos el Sevilla, un gran club, y confiamos mucho en nosotros. Vimos el partido y hasta el 2-0 fue bastante igualado. El Shahktar tuvo el 1-1 en una acción de cabeza que pudo cambiar el partido y a la siguiente jugada llegó el 2-0 y el Shakhtar desconectó un poquito y fue un resultado algo abultado.

–Es un equipo que espera bastante al rival y sale con rapidez fiado a su fuerte defensa y su fuerte centro del campo y, sobre todo, a Lautaro y Lukaku…

–Es un equipo no que espere, como hizo el Wolves en algunas situaciones. No creo que eso lo quiera el Inter. Se ponen en un 3-5-2, son muy agresivos, va a ser muy difícil jugar por dentro, vamos a tener que ser muy precisos y muy rápidos. Vamos a estar muy pendientes de las transiciones cuando tengamos pérdidas. Ellos tienen a dos jugadores determinantes como Lukaku y Lautaro. Y vamos a estar pendientes de hacer muy bien la presión tras las pérdidas y vigilancias muy atentas para que no puedan conectar con su gente de arriba, ahí pueden hacer daño.

"Va a ser un partido duro, intenso, debemos hacer daño en zonas calientes, y cuidar cada detalle con muchísimo cariño"

–En la medular, Barella, Brozovic y Gagliardini frente a Fernando, Banega y Joan Jordán…

–Soy un poco pesado igual, pero lo que me preocupa es que los tres que salgamos estemos bien, que el Sevilla esté bien. Va a ser un partido muy intenso. Ellos juegan con tres en el centro, como nosotros, va a haber muchos duelos individuales y tenemos que ser ganadores de esos duelos y cuando tengamos el balón circular con buena velocidad, coger buenas zonas, tocar zonas calientes y hacer daño. Nosotros hacemos daño por las bandas y va a ser un partido duro, muy exigente, que se puede decidir en pequeños detalles. Tenemos que cuidar cada detalle con el máximo cariño. Sera un partido muy bueno y bonito, porque es bonito jugar contra el Inter. Y estoy convencido de que va a ser un gran día el viernes.

–¿Cómo trabaja la mentalidad Lopetegui?

–Es un entrenador enorme. Hemos pasado situaciones duras, la pandemia, la eliminación de Copa… y el equipo siempre se ha respuesto después de cada varapalo. Tiene una cosa muy buena: prepara cada partido como si fuera una final. Entonces el nivel de exigencia y mental no puedes bajarlo en ningún momento. Logra que el jugador siempre esté metido, porque consigue hacer sentir a la plantilla que cada partido es importantísimo y así la plantilla está siempre con los ojos abiertos.

–¿Hay alguna clave de las que les ha dado Lopetegui en las charlas que se pueda hacer pública?

–La clave que se puede hacer pública es que tenemos que ser un Sevilla reconocible.

–¿Pesará el hecho de que el Sevilla luzca la escarapela de pentacampeón de la Europa League?

–No, no. No influye para nada. Lo de favorito, o lo de pentacampeón, está muy bien para que la gente lo lea, pero por mucho que seamos pentacampeones, si no estamos bien nos van a pasar por encima. Pero estoy convencido de que si estamos bien, si somos un Sevilla reconocible, que lo vamos a ser, vamos a tener nuestras opciones.

–¿Se imagina marcando un gol decisivo en la final?

–Hace tiempo que no marco. Me imaginé metiendo el otro día, porque de niño me enfrenté al Manchester y metí dos goles. Y dije, '¿quién sabe?'. Encima me iba a enfrentar a Eric Bailly, un hermano para mí, y era una atmósfera bonita. Y se dio el partido perfecto, me encontré muy bien, pero estuve mucho más contento que si hubiera metido el gol. Lo que a mí me ilusiona de verdad es levantar ese título y poder dedicárselo a todos los aficionados del Sevilla y me da igual quién marque, como si mete el gol el portero. Ésa es nuestra gran ilusión.

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