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La identidad del Sevilla de Diego Alonso, un concepto ignoto y por hallar

Diego Alonso se rasca la cabeza mientras se ejercita a su lado Rakitic.

Diego Alonso se rasca la cabeza mientras se ejercita a su lado Rakitic. / Juan Carlos Vázquez

"Quiero ganar, pero también quiero ganar siendo nosotros. La imagen del equipo tiene que ser fuerte, con un equipo que se identifique siendo el Sevilla". La frase, en mitad de la comparecencia de Diego Alonso, deja en el aire la inquietud sobre si el uruguayo está satisfecho con lo que está viendo desde su llegada relevando a José Luis Mendilibar en el anterior receso para fechas FIFA. De parón a parón, el Sevilla no ha ganado ninguno de sus cinco partidos de verdad: empató los tres de Liga y perdió los dos de Champions, estos sí ante el rival más fuerte de su grupo. ¿Entonces, qué equipo fuerte, y con identidad propia quiere reencontrar? ¿El que ve en los entrenamientos, el que regaló medio tiempo al Cádiz o el que fue inoperante en Vigo y Londres avergonzando a su clientela? El Sevilla que tiene en su cabeza aún no ha comparecido... y espera que lo haga ya. Qué mejor que en un derbi....

El Sevilla anda buscando una identidad que, según su entrenador, ya tiene, puesto que habló de reencontrarla. "Ser nosotros mismos", dijo. El uruguayo se refirió expresamente al partido de su estreno en el banquillo sevillista, un encuentro que tenía todos los factores y condicionantes para no ser tenido en cuenta como vara de medir: era en casa, con el mayor llenazo hasta en el Ramón Sánchez-Pizjuán, frente al Real Madrid, ante una afición entregada por ser el rival que era y por ser el debut del uruguayo, quien asimismo extramotivó con su sola e inédita presencia a los futbolistas. Y su equipo empató igual que pudo perder o ganar...

El fiel de la balanza se quedó paralelo al suelo de puro milagro y la imagen sí que es cierto que abrió una espita de esperanza que escenificó el propio entrenador con la arenga en el vestuario a sus jugadores tras el pimpampum con el Madrid: "Partidazo, muchachos, espectacular", les dijo a sus futbolistas tras la batalla ante el Madrid. "Ya vieron el nivel que hemos dado, ¿no? De acá para arriba, de abajo nada", añadió.

Un mensaje que está por calar

Pero el equipo cogió la cuesta hacia abajo, no hacia arriba. Hasta el punto de que gran parte del sevillismo ya no cree en su mensaje. ¿Siguen creyendo los jugadores? "Yo creo en el mensaje claramente y, si no, no hubiésemos tenido las actuaciones anteriores. El cambio de juego ante el Real Madrid lo hemos intentado repetir en todos los partidos, incluso ante el Cádiz que recibimos dos goles primeramente. Los jugadores saben lo que tienen que hacer y tenemos que seguir insistiendo, corregir y apostar por todas las virtudes que tenemos", argumentó.

En su multitudinaria rueda de prensa, inusualmente adelantada al viernes cuando suele hablar la víspera de cada partido para trabajar este sábado en la intimidad de la ciudad deportiva, Diego Alonso sí vio que el derbi se le puede ofrecer al Sevilla como el partido definitivamente clave, el que haga girar el fiel de la balanza hacia lo positivo. "El equipo está con mucha ilusión y con ganas de dar la vuelta a la situación, sabiendo que tenemos una gran oportunidad a nivel de equipo, de grupo y de club para que sea un punto de inflexión para nosotros y daremos todo para aprovecharlo", comentó.

Y cuenta para ello con un factor, que, una vez más, no podrá ser tenido en cuenta para análisis genéricos: se trata de un derbi y es un partido aparte, al margen de cualquier contexto pues el contexto es en sí mismo el derbi. "Este tipo de partidos no entiende de dinámicas ni favoritismos e intentaremos que a partir del domingo todo empiece a caer de nuestro lado y tratar de mejorar en un partido en el que no hay favoritismos", insistió sobre esa necesidad de llenar con algo positivo la balanza del Sevilla, hasta ahora llena de aire y muchas, demasiadas, palabras hueras.

La dificultad del Betis con la portería

Para abundar en que el partido es especial, habló Diego Alonso del rival que tendrá enfrente, con un matiz estrictamente deportivo que en teoría puede favorecer al Sevilla: las lesiones casi consecutivas de Rui Silva y Claudio Bravo, ambos con los isquiotibiales lastimados, una "dificultad" según el uruguayo. "Hemos visto la mayoría de los partidos del Betis. No creo que haya favoritismos, el equipo que esté mejor y que tenga más ganas de ganar será el que seguramente se pueda llevar el partido".

Está claro que es un derbi y que las ganas son importantes en cualquier cita. Si no hay ni ganas de jugar un derbi... "En los derbis todo se empareja y para nosotros es una oportunidad. Te puede permitir cambiar la pisada y que sea un punto de inflexión". Una inflexión hacia una identidad por hallar. La esperada inflexión hacia arriba del famoso listón.

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