El líder de la Liga española juega esta noche en Lieja. El Sevilla le rinde visita al Standard con sensaciones bastante contradictorias en el pensamiento de todos sus expedicionarios. Porque por un lado, y quien lo niegue tal vez no pertenecería a este universo llamado fútbol, ser el primer clasificado de la máxima categoría del fútbol español cuando ya se ha alcanzado el primer tercio del curso es algo que ilusiona a todos, que pone incluso los ojos brillantes a los actores principales. Pero, por el otro, la cautela es máxima y nadie quiere alardear más de la cuenta e incluso se le da una tremenda trascendencia a este partido de la Liga Europa para que no haya ningún sobresalto en una competición que tantas expectativas despierta.

Son las cosas de esta pasión llamada fútbol. Nunca se está feliz al ciento por ciento y tal vez este Sevilla sea el mejor ejemplo de ello. Los corrillos tienen una extraña mezcla entre lo que se piensa en el interior y lo que se transmite hacia el exterior. Pero una cosa es indudable y ésta se constata no más mirar la tabla clasificatoria. El único equipo que ha llegado hasta los 26 puntos es el Sevilla y todos los demás, a día de hoy, están por debajo.

Claro que también se apresuran todos los protagonistas, desde Pablo Machín hasta el último de sus futbolistas, pasando, lógicamente, por el presidente, José Castro, por el director deportivo, Joaquín Caparrós, y por todos los consejeros que se han venido hasta este rincón de la Bélgica más valona, a avisar de que es conveniente cambiar el chip por el bien de los intereses de toda la entidad.

La Previa

La Liga queda aparcada hasta el próximo domingo y ahora se centra toda la atención en este viaje a Lieja, el segundo consecutivo tras el apurado triunfo contra el Akhisar en Turquía por 2-3 en este mismo mes de noviembre. Ahí, precisamente, está una referencia que debería ser tomada en cuenta por todos los futbolistas para saber lo que les aguarda en la fría noche de Lieja. El partido no permitirá ni la más mínima relajación y, ojo, el grupo se puede poner tremendamente igualado entre los tres equipos de arriba. Cualquier resbalón inesperado puede dejar a alguno fuera de los dos puestos que dan el pase a los dieciseisavos de final.

Por mucho que le baste con un empate para asegurar su clasificación matemática, el Sevilla ya está avisado de lo que le aguarda. Ni siquiera el 5-1 de la primera vuelta puede servir como una referencia para evidenciar una superioridad que no es tanta. Se vuelve al Akhisar y éste cayó por 6-0 y con unas sensaciones mucho más pobres que los belgas en el Ramón Sánchez-Pizjuán y ahí está lo que sucedió después de un 0-2 inicial en el anterior encuentro de este Grupo J de la Liga Europa.

A partir de esa circunstancia una incógnita a resolver es si Machín apostará esta vez por su once más reconocible o le dará otra oportunidad a los menos habituales. De todo habrá, por supuesto. Hay tres futbolistas, como Nolito, Jesús Navas y Gonalons, éste para más largo plazo, que ocupan la enfermería, por lo que tanto Aleix Vidal como Roque Mesa, sobre todo el lateral, deberán jugar de nuevo como titulares. También se supone que entrarán Arana, ahora más fresco tras la recuperación de Escudero; Mercado, que fue reservado tras volver de Argentina con el tiempo justo con vistas al choque frente al Valladolid; además de más minutos lógicamente para los Amadou, Promes o Muriel.

Hasta el Mudo Vázquez también podría ser alternativa tras haber descansado en la Liga, lo que ya supondría que el Sevilla podría afrontar el encuentro contra el Standard de Lieja con un once mucho más fresco y, de paso, dejar algunas balas en la recámara con vistas a la posterior visita liguera al Alavés. La cuestión es que esa unidad B a la que tantas veces alude Caparrós y que, con menos lesiones, es algo más amplia ofrezca un rendimiento. Que le transmita, en definitiva, la fiabilidad que tanto desea Machín para sentirse tranquilo cuando va moviendo las cartas en su baraja particular.

No se olvide también que enfrente está un Standard de Lieja que ofreció una buena imagen en la primera parte en el Ramón Sánchez-Pizjuán y que incluso llegó a inquietar con el empate que firmó el discípulo de Kanoute, sí ese Djenepo que no acaba de agarrar una camiseta de titular indiscutible con el cuadro valón pero que en Sevilla dejó algunos detalles prometedores.

El cuadro entrenado por Michel Preud’homme viene de derrotar por 3-0 al Eupen en la última jornada liguera, su segundo triunfo consecutivo después de perder los dos partidos anteriores, y de esta manera ahora mismo se sitúa en la sexta posición de la tabla, justo en la frontera de los puestos que dan derecho a meterse en el play off por el título que se disputa en la Jupiler League.

Y un último apunte sobre otro dato objetivo. Es la tercera vez que el Sevilla visita Lieja, el caliente estadio del Standard, desde que se hizo un fijo en las competiciones europeas y en las dos anteriores fue incapaz de marcar ningún gol. Ni en el 1-0 con Manolo Jiménez, en un grupo en el que finalmente quedaría eliminado cuando se jugaban dos partidos fuera y dos en casa, ni en el 0-0 con Unai Emery. Ya le va tocando al actual líder de la Liga española...